NOV54. INCANDESCENCIA, de Paloma Hidalgo Díez
Al
borde
de la carretera,
como cada atardecer,
ella esperaba engalanada
con su vestido amarillo.
Él, ciego de amor,
acudía puntual
todos los
días
en busca de ese deseado momento de
intimidad que nunca llegaba.Mientras daba vueltas y más vueltas intentando acercarse, le parecía tan bella como inalcanzable, siempre rodeada de su cohorte de admiradores. Una noche por fin se atrevió a besarla. Durante
un instante sintió el fuego de una pasión que habría podido ser eterna. Después, mientras caía herido de muerte, el mosquito miró por última
vez la luz cegadora de su amada farola.
¡Qué original y a la vez bello micro, tocaya!
Intenta ser una llamita de amor, tamaño mosquito evidentemente.
Gracias tocaya.
Paloma, muy romántico con sorprendente y simpático final. Suerte.
Gracias Calamanda. Me guardo tu suerte.
Ji,ji,ji…un mosquito y ¡una farola!, ¡no te falta originalidad en idea y diseño.
Buen micro Paloma.
Un besote.
Ya ves Laura, debe ser la lluvia, que me afecta, y me hace pensar y pensar.
Me alegro de que te guste.
Otro para ti.
Muy bueno, sorprende el final Paloma
Eso buscaba.
Me alegro de que guste.
Gracias por venir, leer y comentar.
Paloma, me gusta mucho esa peonza que has dibujado con tus palabras, que ayudan a que esas vueltas y vueltas de las que hablas mareen más (muy original). Aunque también puede ser una llama del fuego que abrasa a los personajes… Y seguro que más cosas.
Bonito relato dibujado.
Un besooo
Amparo Martínez Alonso
Qué bueno Amparo/Petra, que encuentres esa peonza que gira. Me gusta mucho la idea. Yo intentaba, como he dicho comentarios arriba, hacer una llamita de amor tamaño mosquito…Pero tu idea me encanta.
Me alegro de que te guste.
un beso, y un abrazo.
Mosquito???
No, farola.
Te lo has currado, y cómo!!!
Ha quedado muy chulo, si, señor.
Gracias Luisa.
Reconozco que «currármelo» como tú dice ha sido un placer.
Y si el resultado te gusta, pues me alegro mucho.
🙂
Muy bueno!
Muchas gracias!
Me ha sorprendido gratamente tu relato al llegar al final, vaya imaginación, muy ocurrente. Mira que son insistentes los mosquitos. Está muy bien. Suerte.Nuria.
Nuria, Gracias por comentar.
Me gusta dejar volar a la imaginación hasta ver dónde me lleva, sí. Y lo de la sorpresa, era uno de mis objetivos, eso y arrancarte una sonrisa.
Muy divertido y sorprendente el final 🙂
Como le acabo de decir a Nuria, esos eran mis objetivos así que, me alegra mucho que esa sea tu valoración. Un montón.
🙂
El final me escopncertó!jaaj muy bueno! creo también haberme estampado con el inesperado final ;)Suerte!
Gracias por comentar K@ry. Y por sorprenderte. Y por desearme suerte.¿Me olvido de algo? Ah! sí, que no te preocupes que pasaré cerca de la farola par recogerte, en caso de que aún sigas allí, junto a mi pobre mosquito. Jaja.
Me gusta mucho tu relato. Suerte!
Gracias Luisa!
Como la Mantis religiosa, te amo y te condeno, bicho.
Besotes incandescentes
Sí, al fin y al cabo son también las hembras las que pican; menos mal que a diferencia de lo que pasa con las mantis, no nos hacen perder la cabeza también. Es un consuelo.
Abracitos encendidos Manuel.
Muy bien llevada esta pasión que al final sí que va a ser eterna… Y haces un dibujo y todo con las líneas. ¿Es la farola?
Una llamita Susana, pretende ser una llamita. Pero si quieres ver una farola, pues ¡perfecto! Sí, pasiones tan ardientes que conducen a finales inesperados, y no siempre felices. Los mosquitos y su adoración por la luz me han permitido tratar el tema de forma subyacente.
Me alegro de que haya gustado.
Saludos 🙂
Jeje, relato que arde, visual (manu?). Mira que todo induce a lo que no es, y claro el giro sorprende y hace sonreír. Confundir una farola con una luciérnaga, seguro que fue a la privada. Venga, suerte.
Jeje, sí, relato ardiente; en todo, en la insistencia, en los peligros de amar a la persona inadecuada-aunque aquí tenga forma de farola-… Manu es un artista en eso, sí señor; te confesaré que le di forma de vela, pero que quedaba tan largo, que decidí acortarlo y dejarlo en llamita.
La suerte, como siempre, la recojo; que para el nivel de este concurso toda es poca.
Un micro marca Paloma Hidalgo, sin duda alguna.
Sólido en lo literario, visual en cuanto a estructura y con un final que arranca una sonrisa.
Aplausos.
Cómo me engañaste. Fíjate que pensaba en una señorita de a pie de carretera con su vestido amarillo y todo, y ¡zas!.
La pasión no, pero el beso lo llevó a la eternidad.
Y es que ya lo dice la canción : «amores que matan..»
Muy ocurrente y bien explicado.
Felicidades y un beso.
p.d. Cuarta vez que pego el comentario.:-(
Antonia
Pedro, tus aplausos me saben a gloria, como todo el comentario. Muchas gracias.
Abrazos agradecidos.
Antonia, lo menos que puedo hacer es agradecerte esos cuatro intentos y decirte que para mí, ha valido la pena que insistieras. Ha sido un placer leer tu comentario.
Es así, hay amores que queman todo, hasta la existencia del que los experimenta. Con el fuego, incluido el pasional, no se puede jugar nunca.
Cuatro besos Antonia, uno por cada intento.
Un bello y romántico preludio para un inesperado y gracioso final. ¡Que buena lectura! Y confieso me supo también a metáfora, porque hay amores que matan y aún sabiéndolo así, salimos a su encuentro como el mosquito del relato al fuego del farol.
Me gustó tu presentación, eres un éxito.
¡Saludos!
Gracias Juan Carlos, tu comentario me llena de alegría. Me gusta mucho que hayas encontrado esa metáfora, las historias casi siempre son mucho más de lo que parecen, ésta también.
Saludos agradecidos.
Romántico el mosquito, fría esa farola incandescente, ella se lo perdió, al final como decía una canción fue más feliz quien más amó. Me gustó tu relato Paloma, y por fin pude leerte fuera de tu blog, pues cuando intento entrar en el tuyo se me cuelga el pepino que tengo por ordenador.
Suerte y besos.
Eso es; este mosquito habrá muerto feliz y contento. Está claro que era el único que avivaba el fuego de su amor.
Gracias por venir hasta aquí.
Besos para ti también.
Paloma, me daría pena el mosquito, si no fuera por que aún recuerdo la noche que me hizo pasar uno de ellos…, y no hablo de amor precisamente 😉
Muy divertido.
Un abrazo.
Yo también tengo noches memorables gracias a los mosquitos, por fortuna andan por ahí, perdidas en la memoria.
Gracias por pasar y comentar.
Un abrazo
Pobre mosquito.
Me siento identificado.
Besos.
Es que hay mucha farola tonta que no sabe valorar el amor verdadero…
Gracias por comentar Toro.
Besos para ti también.
Pones el romanticismo y la sensualidad al culmen para despacharlo de un golpe como se mata a la mosca. Chapeau.
Merci mon ami. De tout mon coeur.
Es que las apariencias engañan muchas más veces de lo que nos gustaría.
Gracias por venir.
Murió por calenturriento, eso no es amor, solo una pasión por la luz y el fuego. Si se hubiera quedado entre sus semejantes, mosquitas hembras, señoritas virtuosas incombustibles, nada le hubiera pasado a nuestro protagonista moscón. Pero ya estaba destinado a morir, y no vio las señales: muchos admiradores y ninguno elegido: una femme fatal de la carretera. Que te ha quedado muy original este mes, un relato que nos emociona tanto a humanos y que sirva de advertencia a mosquitos sobre el sexo con una extraña en la carretera.
Gracias por un comentario tan divertido Patricia, y tan analítico, que me ha encantado eso de la femme fatal y la deriva hacia el sexo con la extraña.
Saludos.
Hacía tiempo que no me pasaba, Paloma. Me ha encantado el final.
Un beso
Gracias Ana, por pasar por aquí de nuevo.
Otro para ti.
Buen invento las farolas, aunque matan el romanticismo mosquitero. Una historia muy original y contada con maestría, Paloma; con un humor sutil que dibuja sonrisas en el lector.
Enhorabuena, vecina.
PD: A ver cuando hacemos una reunión de escalera.
Vecino, un placer leer tu comentario.
Muchas gracias.
PD: Sí, ya va siendo hora de conocer a toda la comunidad de vecinos.
A partir de ahora miraré con misericordia a los mosquitos que se aplasten en el parabrisas de mi coche. Sobre todo de aquellos que se estampen a la noche bajo las farolas de la autopista. No obstante miraré primero si son machos o hembras-
Muy bueno Paloma. Por cierto ahora mismo está cantando Diana una zarzuela en la radio. Dice: “Como nací en la calle de la Paloma, ese nombre me dieron de niña en broma.”
Besos.
Gracias Jesús Alfonso por ese comentario tan lleno de humor.
El azar es caprichoso, y juguetón: mi nombre obedece a una promesa de mi madre. Es una historia muy bonita, que quizás algún día vea la luz en forma de relato.
Besos para ti también.
Poético relato para el final de un mosquito. Has construído una pequeña obra de arte en torno a algo simple y rutinario, dónde nadie fijaría su mirada, y, menos todavía, escribiría un relato. Mi enhorabuena.
Gracias por tan generosas palabras Amparo.
Un abrazo
Muy bonito y divertido tu relato, Paloma. Guardaste la sorpresa hasta al final.
Un abrazo.
Gracias Nicoleta por leerlo, pero sobre todo por comentarlo.
Otro para ti.
Paloma, es muy difícil leer un texto tuyo y no admirarte. Qué genialidad, pobre mosquito otra vez se demuestra que amar es bueno pero enamorar quema mucho. Jejeje, estoy bromeando. Otro relato súper bueno, Te deseo mucha suerte maestra, Sotirios.
¡Qué amable eres Sotirios!
Seguro que el mosquito opina como tú, que enamorarse de la persona equivocada quema una barbaridad.
Me alegro de que te guste.
Un abrazo.
Me ha parecido un micro perfecto, esa es la palabra. Me gusta cuando una historia parece que habla de X y resulta que habla de Y, pero aqui resulta que hablas de ambas cosas!!!, del amor, pasión atracción fatal, y del mosquito y su farola. Al borde de la carretera, al atardecr, vestida de amarillo, todo encaja. La llamita del dibujo un plus más. Tiene además esa sorpresa final que hace sonreir. Es un micro aparentemente de historia sencilla con una técnica y puesta en escena maravillosa. El título, me fijo mucho en ellos, de hecho casi es lo que a mí me resulta más difícil de elegir, aquí es genial. Ya lo he dicho me parece perfecto.
María, es un deleite leer tu comentario. Un verdadero placer y una satisfacción.
Eso sí que es un comentario PERFECTO.
Muchísimas gracias.
Jo Paloma, ahora cuando oiga un chisporroteo en el verano una lágrima rodará por mi mejilla por la pérdida de esa vida.
Un beso
Jaja Alejandro, Eso es porque eres muy buena persona.
Un beso
Qué romántico! pero sobre todo que divertido!
Besos
Sí Mei, esta vez, dos por uno.
Besos.
Paloma, entré en tu relato para leer comentarios y me encontré con 66 comentarios. Así tengo que cambiar rápido el número de mala suerte. Sabes que hasta en este mes jamás ha salido un relato de humor. Pues sí es la verdad. Estoy convencido que si existe alguien que puede cambiar este desagradable suceso eres tú. Así que te deseo otra vez mucha suerte, Sotirios.
Gracias por velar por mi suerte Sotirios. Es lo memos que puedo hacer, agradecértelo.
Pero oye, creo que re equivocas en eso de que no han ganado relatos con tintes humorísticos. Son varios los cuentos que han sido seleccionados en los que el humor aparece de forma explícita. ¡Y son relatos estupendos!
Que han llegado donde han llegado precisamente por ser especiales.
Suerte para ti también Sotirios.
solo puedo añadir que me ha encantado. Que la suerte está de tu lado.
Besos
A mí me encanta tu comentario, enterito.
Besos para ti también.
Paloma, me ha encantado.
¿Como se puede tener tanta imaginación para sacar una historia de amor tan bella de algo tan cotidiano?
Enhorabuena, me has tenido engañado hasta el último momento.
Mucha suerte este mes.
Saludos
Gracias José Ángel. Eres muy amable.
Un abrazo.
Buenas otra vez, parece que no se ha guardado el comentario de antes… pues nada vuelvo otra vez, jejeje… me ha encantado… sobre todo el final, nunca hubiera imaginado que se trataría de un mosquito y una farola…
Una pregunta le estructura ha salido así o esta hecha a drede??? Es que también me encantan las cosas estas que hacen en los poemas mayormente…
Felicitaciones y muchísima suerte.
Un abrazo.
Nicolás
De eso se trataba Nicolás, de despistar un poquito al lector para que se sorprendiese con el final.
lo de la estructura está hecho con premeditación, alevosía y nocturnidad jaja.
Muchas gracias a ti,
Un abrazo.
Me ha hecho mucha gracia la sorpresa final, buen relato.
Mucha suerte
Gracias Nieves.
Me va a hacer falta sí, muchísima suerte.
Muy bueno, Paloma.
Está bien estructurado. El ritmo es como el de una bailarina que se aleja y se acerca y el giro del final es una vuelta de tuerca muy contundente. Benditas luces atrapa-moscas y mosquitos.
Enhorabuena, guapa.
Suerte.
Muchas gracias Ricardo. Ese símil con una bailarina me ha gustado mucho.
A+B
mejor tarde que nunca… todavía no he conseguido leer todos los relatos…
hoy de verdad es una traca de luz, me ha gustado muchísimo sobre todo esta metáfora tan bien llevada…
sí, es verdad, hay amores que matan…
y has conseguido muy bien representar el baile del mosquito, tales damiselas enamoradas que se acercan al ídolo rockero…