NOV65. COCOMIMOS, de Mari Carmen Brun
¡Cococooo!!!! cococooo!!!!! Eñe!!! Eñe!!! Gritaba entre sollozos el nene, extendiendo sus gordezuelos bracitos para que lo cogieran en brazos.
Y su mama lo cogía, lo apretujaba contra su pecho y lo colmaba de besucocos y toda clase de cocomimos, hasta que el niño se quedaba dormidito…
En la ventanestra una cocoluna carisueña contemplizaba emoticada tanto cariñor.
Qué bonita versión del «coco». En mi niñez era mucho más malo.
Un saludo Mari Carmen.
Me gusta muchos más este coco que el que conocía hasta ahora.
Muy original.
Suerte y un abrazo.
Gracias por comentar mis cocorelatos.
Saludos
Desenfadado relato, y tierno!
Suerte, Mari Carmen!! Un saludo! 😉