NOV67. UNA FLOR AMARILLA, de Yolanda Nava
Cada vez que recibía un regalo. Cuando estábamos todos reunidos. En los cumpleaños, aniversarios y otros eventos importantes… Se quedaba sin palabras. La emoción la embargaba y a duras penas acertaba a decir: “no tengo palabras”, a mí me ponía muy triste, me parecía muy mal que habiendo tantas en los diccionarios y en todos los libros que teníamos en la biblioteca, mamá no tuviera ninguna. Así que, en su último cumpleaños además del dibujo que siempre le hago y tanto le gusta, le regalé un ramillete de palabras. Las hice de papel, convertidas en flores de colores las pegué al extremo de un tallo verde de cartulina: “gracias”, “os quiero”, “estoy muy contenta”…, y muchísimas más; las pinté de colores y le pedí a mamá que lo colocara en el salón, así cuando estuviéramos en alguna celebración y se quedará sin palabras, las tendría a mano. Después de mi ramillete le dí el dibujo que siempre le hago, ella –llorando- tomó la flor de color amarillo y me la alargó, era la que ponía: “te quiero, gracias”.
Yo, con tu permiso, elijo la flor azul. La abro y leo: ”¡Gracias por tu regalo, Yolanda!»
Precioso relato.
Las palabras como regalos, bonita idea.
Suerte, Yolanda.
Es verdad que en los momentos importantes es cuando nos quedamos sin saber qué decir. Y qué bonito es que te recuerden las palabras justas de esa manera.
Un abrazo, Yolanda.
Tierno relato, Yolanda. Los niños casi siempre nos sorprenden. Aprendemos tanto de ellos, o nos recuerdan cosas, gestos, palabras que no deberíamos de olvidar.
Me ha encantado tu ramillete de palabras.
Un abrazooo grande, como una flor azul.
Muy emotiva y buena idea para tener a mano. A veces, las palabras más sencillas, pero con más significado, son las que más cuestan decir. Gracias por recordarnoslas.
Íntimo relato en homenaje a todas las madres del mundo que se quedan sin palabras … que no saben qué decir cuando una emoción en forma de embudo, que se las traga todas, les sube desde el estómago hasta la garganta.
Me haré un ramillete especial para alguna madre que conozco y que a veces, como la de tu cuento, se siente que le faltan todas las palabras del mundo. 😉
Gracias por tu regalo, me ha gustado mucho, Yolanda.
Un beso y suerte este mes.
Dulce relato, dulce la idea.
No te puedes dar una idea de lo que me ha recordado, muchas cosas…
Besicos amiga y mucha suerte.
Yolanda, que relato más bien estructurado y además destila ternura por donde lo mires. Me ha encantado. Suerte y un abrazo,
Un ramillete de palabras que nunca deberíamos olvidar. Los niños saben tener razón y nosotros tendríamos que saber hacerles más caso. Gracias por recordarnos esta lección con un relato tan emotivo.
Saludos y suerte.
Me ha gustado mucho tu relato, guarda mucha ternura.
Suerte
Yolanda, emotivo y tierno, me ha gustado mucho. Saludos y suerte.
Qué tierna y dulce historia.
Me ha gustado tu encantador relato.
Mucha suerte.
Un abrazo.
Yolanda, coincido con Laura, las madres, embargadas por la emocion, nos quedamos en momentos así sin palabras. Suerte y saludos
Muchas gracias por vuestros generosos comentarios, para tod@s mi flor amarilla.
Emotivo y tierno.
Encantador tu relato, Yolanda.
Un beso
Yolanda, este es un relato que da mucha importancia al valor de las palabras, pero no habría que darle más valor que a los hechos… ¿O sí?
😉
Interesante relato e interesante debate.
Un saludo!
Qué cuento tan tierno, y sí hay mucha gente que se queda sin palabras (a mi no me pasa ejem) y qué bonito que te las regalen además en ramo de colores.Muy bonito,.