NOV86. ACRONIMOS, de Aurora Royo Cañadas
La maestra estaba encantada. Desde el inicio del curso, parecía que las charlas impartidas por el Departamento sobre alimentación equilibrada habían dado frutos. De pretender comer solamente espaguetis y croquetas a llenar folios y folios con una única palabra: APIO ¿Sería cierto que pasar de la EGB a la ESO las hacía madurar?.
En la primera reunión con la AMPA no pudo menos que felicitar y felicitarse por tan agradable evolución. Las y los presentes creyeron que se había vuelto completamente loca. -“Apio, ¿quién, mi hija?, ¡pero si no quiere verlo ni en pintura!-
Dispuesta a investigar, la maestra decidió utilizar la clase de ciencias. Sacó el tema del “apium graveolens”, para ver cuál era la causa de la repentina afición a la tan meritada umbelífera.
Entre risitas y rubores, al fin lo descubrió: “A.P.I.O”, no apio. –“¡Seño, que no se entera! Se coge el nombre del chico que te gusta y se mira cuantas letras tiene en común con el tuyo. Se cuentan las que sobran y se va alternando: Amor-Pasión-Indiferencia-Odio. Donde se acabe, eso es lo que el chico que te gusta siente por ti. A ver, ¿cómo se llama su novio?”
Un relato ocurrente y lleno de frescura. Me ha gustado Aurora, Suerte
Lo he hecho con nuestros nombres Aurora y Alejandro y me salen seis que no coinciden. Me ha salido Pasión, pasión por tu buen escribir, mu bonico.
Un beso
No, no, pues algo has contado mal. Habrá sido la emoción. Dos me salen a mi. Si, pasión, ahí a lo recíproco. Pero a ti te salen cinco, queridísimo. ¡Ay, que contenta me pongo!
Un abrazooooooo!!!!!!
Aurora me ha encantado tu simpático juego.
Es muy original tu propuesta.
Suerte.
Un abrazo.
Me ha recordado a los juegos que todas hemos hecho en algún momento de nuestra adolescencia. Curiosamente aunque olvidamos muchas cosas esas siguen frescas en nuestra memoria, al menos yo recuerdo por lo menos un juego de esos.
Me ha gustado mucho.
Besos
Aurora, a mí también me ha hecho acordar a varios juegos del tipo que teníamos. Tiempos en el que el amor se definía con margaritas deshojadas.
Un abrazo.
Aurora, bien descrito el ambiente y la edad escolar en la que se intenta colar la palabreja. Suerte y saludos
Muy divertido, Aurora, es verdad que en la época del cole hacíamos esos jueguecitos. Me ha traído buenos recuerdos y los nombres de unos cuantos chicos a la cabeza 🙂
Besos y suerte.
Hola, Auro.
Me encanta ese guiño a los juegos de la infancia. ¡Jó, qué felices éramos entonces y qué jóvenes! Bueno, ahora también lo somos, por lo menos nosotras.
Felicidades, guapetona.
Un beso muy grande.
Chicas, chicas. Me alegro mucho de que os haya traido buenos recuerdos. Ignoro si los chicos jugaban a esto, además de Epi, que se ha lanzado como un loco a la conquista. 🙂 Supongo que tendrían sus truquitos, pero desde luego yo he jugado. Y confesaré con sonrojo que incluso más mayorcita he dudado si no tendrá alguna base científica… jijijijij!!
Nosotros éramos más de jugar al teto y sin trampa ni cartón.
Esas risas tan pillinas me dan que pensar. A ver ¿te ríes de los jueguecitos de más mayorcita? ¿te ríes de las bases científicas?¿de los truquitos?
Ana, yo sin contar, sé en que estado tengo a mi marido :CASADO, bueno y harto 🙂
me llevó a mi adolescencia, de veras.
Adolescencia? Pues la mía ha sido prolongada, entonces ;-). Un abrazo.
Pero qué evolución han sufrido nuestros infantes. Y nosotros deshojando margaritas con el «me quiere», «no me quiere».
Besos Aurora ha sido muy ocurrente.
Es que cada vez es más difícil encontrar margaritas, querido Jesús!! Un beso.
Qué forma más lúdica de inventar palabras. La creatividad de de los niños es inagotable, y cómo la has «manipulado» para tu micro, muy inteligente.
Buena aportación para noviembre. Está resultando un mes muy rico en expresiones, argumentos y desenlaces (como el tuyo).
Un abrazoooo
Gracias, Amparo, me costó encontrar argumentos para este mes, así que me alegro que te guste. Un abrazo.
Que cierto es que esto juegos se disfrutaban como lo más interesante del » recreo » yo a este no jugue nunca ,ni lo conocia, pero hay otros que si vienen a mi mente. El relato me parece muy tierno y divertido( con la palabra tierno sin menosprecio que a veces ser tiernos en estos tiempos es sinonimo de bobo o tontorrón, por desgracia) Me gusta como está narrado muy sencillamente, como lo contaría un niño y me agradá que utilices la palabra » maestra» , palabra sencillamente maravillosa que algunos no quieren utilizar y prefieren » profesora» y eso de » Seño» encajadisimo en el tema.
Pues a mi me gusta mucho «tierno», «maestra/o» -creo que tiene unas connotaciones que nuuuunca han de ser olvidadas- y «seño». Es un diminutivo muy guay. Por aquí se usa andereño, que también me gusta mucho, pero a mi esa no me tocó, pq soy de otra época (sniffff, snifffff)!!
Muy bien llevado el juego de las palabra. Me gusta.
Abrazote.
Pues cuando quieras jugamos. Un abrazo. Gracias.
Ja ,ja ,ja , muy ingenioso, muy bueno, muy divertido. Un besazo a mi amiga favorita, Sotirios.
Es que tú me lees siempre con buenos ojos, Αγαπητέ φίλε ¿Está bien?
Un abrazo.
Interesante juego el que propone al final. No sabía que las chicas hacían eso (querer saber lo que sentían los chicos). Buen relato, suerte.
Saludos.
Las chicas, las adolescentes, las mujeres, las señoras, las ladys, las señoritas, las féminas, las feministas, las abuelas, las tías, las primas, las sobrinas….. en definitiva, querido Beto, es que saber lo que sienten los chicos es como… ¿un imposible, imposible de conseguir? Oy, que tópico!! No se si borrar el comentario…. Bueno, no, venga, a ver quién me resuelve el misterio!!
Un abrazo!!
¡ «O Beso, Atrevido O Verdad» ! ¡ ¡ Tiempos Pretéritos ! ! ¡ ¡ ¡ Apúntate Un Tanto con tu microcuento! ! ! ¡ ¡ ¡ ¡ S í ! ! ! !
¿Verdad o consecuencia? ¿Y tú eras de los audaces? Yo hice muchísimas veces el ridi por no contestar verazmente a preguntas indiscretas. ¿Qué tonta! Podía haber mentido como una bellaca y nadie se hubiera enterado, pero como era así de inocente, por no contestar la verdad -ni por asomo se me ocurría mentir, que es pecado :-)-, tuve que hacer millones de tonterias…
Ay, si llega a ser ahora…
Un abrazo, queridísimo Maese.
Aurora, muy original y divertido, me ha gustado mucho. Saludos y suerte.
Muchas gracias, Salvador. Un abrazo.
Haces una cosa muy difícil : engañarnos completamente hasta el final, mantener la intriga y hacernos sonreir. Sí, muy logrado, y efectivamente todas hemos jugado, y yo además soy muy pero que muy de usar acrónimos, abrazos,
La verdad es que los acrónimos son muy socorridos.
Conozco uno que seguro que va a ponerse muy de moda: ENTC y sus derivados, tales como enteciano/a, gran familia enteciana… no sé si te sonará de algo… en breve entrarán en el DRAE, te lo aseguro 🙂
Un abrazo.
Pues yo no je jugado. He jugado a la rayuela, al pilla pilla, al corro, al churro media manga, mangotero, a la comba, a la pelota, a las muñecas, al pincho a las 4 esquinas. a la comba, a los recortes.
Ja ja , se ve que me faltaba tiempo.
Al parchís, al burro, a las cartas, al dominó, a seguir rey (continuará)
A txorro morro piko tayo ke!! Creo que será tu churro media manga…
Ese juego me daba muchísiimo miedo. Siempre me parecía que ibas a acabar con una lesión medular o algo peor!! Jugué poco, poco, soy una miedica!!!
Un abrazote.
Aurora, un relato muy muy divertido! Enhorabuena!
«¿Sería cierto que pasar de la EGB a la ESO las hacía madurar?.» Pues va a ser que no… 😉
Un saludo!
Debe ser por eso que yo aún no he conseguido madurar!! Pase de la EGB al BUP, al COU y luego a la FP!!
A lo mejor hubiera madurado con la ESO? Nunca lo sabremos, aunque si tu sabes a ciencia cierta que va a ser que no… Será que aquí lo único que madura son las peras :-)?
Un abrazo!!
Je, je… muy simpático tu relato, Aurora!
Me ha recordado a esas operaciones matemáticas que hacíamos de pequeños para ver, como en tu cuento, si ese chico era nuestro príncipe azul… ayyyy… juventús, je, jeeee!!!
Me ha gustado mucho!!!
Suerte y un abrazo
Marta