NOV93. EL HILO DE LA HISTORIA, de Mª Carmen Gómez Caro
Encontró la puerta abierta y entró sin llamar. En la estancia iluminada por el fuego del hogar, tres mujeres hilaban y cantaban. La luz de las llamas bailaba en sus rostros y la lluvia se hacía música en sus voces. Enlazaban historias de encantadas y brujas, de tiempos de cosechas, de años de nieves…De vez en cuando alimentaban el fuego con varetas de almendro extrañamente talladas.
Ella comprendió que tenía que narrar su propia historia. Miró el fuego y su voz se hizo lejana. Las hilanderas siguieron sus labores acompañando los silencios con el ronco quejido de la rueca…
Empezó con su familia y sus amigos, y siguió hablando de su pueblo, la universidad, los conciertos, del gato callejero, de su etapa nihilista. Refirió sus aventuras, sus problemas, y elogió a su marido y a sus hijos. Les habló de sus búsquedas, y de aquel libro que aún no había escrito.
Al terminar miró a las tres mujeres esperando una respuesta. Una de ellas echó al fuego una vara , y la más anciana anudó un extremo de la labor y cortó el hilo.
-¿Ya está?- preguntó ella decepcionada.
-Se acabó tu relato. – confirmó la anciana- ¿Esperabas otro final?.
Precioso el relato, Mari Carmen. Me gustan los temas mitológicos, y de éste me agrada especialmente cómo presentas a las Moiras, despojándolas de toda connotación tremendista, y también cómo acepta su muerte la mujer que se presenta ante ellas. Y el vocabulario está muy bien escogido. Enhorabuena.
Muchas gracias, Ana. Este mes he optado por lo mitológico, a ver que tal. La muerte, el destino, la historia que hemos venido a contar cada uno al mundo son temas que siempre me han llamado mucho la atención. Y las Moiras saben mucho de eso. Celebro que te guste, de corazón. Gracias otra vez.
Mari Carmen, he encontrado el inicio de tu relato espectacular. Las frases muy bellas, y tiene un final sorprendente. Te deseo mucha suerte amiga, Sotirios.
Gracias, Soti. Eres un sol, amigo. Si te ha gustado mi relato, ya con eso tengo bastante. Un abrazo.
Mari Carmen, me gusta tu historia. Lo mitológico me encanta, así que tus Moiras me han conquistado.
Abrazos!!
Muchas gracias por leer y comentar. Si encima me dices que te han conquistado mis Moiras, te llevas un saco de gratitud por lo menos. En serio, Inés, que me dan mucho ánimo estos comentarios tan cariñosos. Un beso.
Un bello relato sobre el destino predeterminado. Muy poético, María Carmen, me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Gracias, Nicoleta. El que pases a leer y a comentar ya es un premio en sí mismo. Celebro que te guste mi relato. Un abrazo
MªCarmen, tu relato me lleva a enterarme más sobre las moiras.
Me ha gustado.
Un beso
Gracias, Epi, por pasarte por aquí y comentar. La verdad es que tanto las Moiras como otros mitos son una buena fuente para relatos y cuentos. Un beso.
…entiendo que las Moiras son como las parcas… ¿de que mitología?…
pero a decir verdad lo he leído como recuerdo de mis propias vivencias en la vieja casa de Normandia: al mor del hogar una tía-abuela al armonio, otra haciendo punto, otra escribiendo sempiternales cartas, otra pintando flores al acuarela… y siempre mi tía Anna contando cuentos a toda la chavaleria…
Kistila, gracias por leer mi micro. Las Moiras son mitos griegos; sus equivalentes romanas son las parcas. Me parece precioso lo que cuentas de tu casa de Normandía: las mujeres de la familia tejiendo y cantando la vida. Seguro que ese recuerdo es muy especial para los niños que tuvieron la suerte de vivirlo. Un beso.
Bien narrado y el final me encantó. Saludo
Muchas gracias, Ramón. ¡Qué bien que te haya gustado!. Un abrazo.
Me ha gustado mucho la sencillez y la contundencia que manejas en tu relato. ¡Suerte!
Belén
Gracias por tus palabras, Belén. Siempre quiero escribir relatos sencillos, aunque a veces la propia historia los complica un poco. Celebro que te haya gustado. Un beso.