74. Nuevo inquilino (Blanca Oteiza)
La señora Matilde ya no vive sola. Hace unos días se compró una mascota. Desde entonces se pasea por el barrio con ella en brazos, la muestra orgullosa a todas las vecinas que salen a su encuentro. Me parece repipi que la lleve con lacito, incluso que la vista con traje a juego. El animal parece sentirse a gusto, pues ni se queja ni se espanta de las amigas que la acarician la melena peinada de peluquería. En la carnicería cuentan que hasta le compra carne de la mejor que llega para su fino paladar.
A mi, en cambio, me parece un monstruo de cuatro patas y un hocico. Yo prefiero a mi Bergamasco, él sí que es un perro de los de verdad.
Blanca, el amor es ciego. lo cuentas con habilidad. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Como dices, hay gustos para todos los colores (y perros). Espero que nadie se sienta ofendido por el relato al poder verse reflejado en él.
Un saludo
Hola, Blanca.
Lo cierto es que algún personaje como tu protagonista he visto alguna vez por la calle. Y nunca había pensado en esos perrito como «monstruos de cuatro patas con hocico», pero resulta curioso como en las percepciones de las cosas, o de los perros en este caso, sigue funcionando el dicho aquel de que «todo es según el color del cristal con que se mira».
Suerte y abrazotes.
Gracias Towanda por comentar. Si, yo creo que todos hemos visto a perros como el que describo en el relato alguna vez. Tampoco es que yo los vea como monstruos, aunque es cierto que me parece muy excesivo, pero cada cual es libre de actuar como le guste siempre y cuando no moleste a los demas.
Un beso
Seguramente, a la señora Matilde le haya cambiado la vida, y estará tan contenta con su nuevo inquilino… Cada uno llenamos nuestra vida de lo que queremos o podemos. Es humano la búsqueda de la felicidad, de la compañía (la soledad debe de ser muy triste).
Fíjate, Blanca, en todo lo que nos haces pensar y plantearnos con tu micro 🙂
Que cada uno haga lo que le llene la vida y le proporcione felidad (mientras respete la libertad de los demás: las cacas de sus mascotas por ejemplo).
Un abrazoooo
Amparo, totalmente cierto. Un perro hace mucha compañia y es muy buena terapia en la soledad de las personas.
Muchas gracias por leerme y comentr.
Un abrazo
Jjaja bien Blanca, mucha envidia es lo que veo yo en esta señora dueña del bergasmasco jaja.
Abrazos simpático relato.
Je je je… yo no lo veia como envidia, pero puede ser, es otra forma de ver al vecin@ de Matilde.
La verdad que este mes me apetecia escribir algo divertido, salirme un poco del guión de tanto monstruo tan terrible que hay por ahí.
Un abrazo
A mí tampoco me gustan esos adornos que le ponen a los perritos o gatos, encuentro que es ridículo vestirlos. En este caso voy a darle la razón al personaje, del relato, que defiende a su Bergamasco. Divertido, suerte.
Saludos.
Gracias Beto. Me alegro que lo encuentres divertido, ha sido mi intención al escribirlo.
Un abrazo
Divertido relato perruno.
La soledad hace que esta compañía sea imprescindible en algunas personas y la traten como a un niño chico. Es cierto que a veces se pasan en adornos y vestimentas, pero lo importante es que les llene su vida de felicidad y compañía.
Me ha encantado tu propuesta Blanca, diferente.
Un beso guapa.
Gracias M° Belén por tus comentarios. Estoy de acuerdo contigo que hay dueños que tratan a los perros como autenticos hijos. Nosotros hemos tenido perro, y aunque les quieres como a uno más de la familia, creo que hay que saber diferenciar entre perros e hijos.
Me alegro que encuentres divertido el relato, pues es lo que buscaba este mes, escapar del estereotipo de monstruo horrible y temible.
UN beso
Un relato divertido, cercano y cotidiano pero, a la vez, distinto. A mí me encantan los perros, pero hay que saber distinguir y dar prioridad, aplicar que lo primero son las personass y no caer en extremos con las mascotas, está muy bien que las queramos, pero dentro de un orden.
Buen relato, Blanca. Un abrazo y suerte
Gracias Ángel.
Me alegro que lo encuentres original y divertido, es lo que me apetecia probar este mes.
Totalmente deacuerdo contigo en el tema de las mascotas.
Un abrazo
Blanca, no sé si el pero es un monstruo o no, pero por una cosa estoy completamente seguro él vive mejor que yo. A ver en mi próxima rencarnación si tengo suerte y soy perro y mi dueña es la señora Matilde. Jajaja,muy bien contado, amiga. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Gracias Sotirios.
No hay duda que hay perros que viven mejor que muchas personas.
Muchas gracias por tus palabras y por tu lectura.
Un abrazo
Muy original y curiosa tu perspectiva del monstruo, y muy bien narrada con un estilo sencillo y muy natural. Para mí, la «monstrua» es la señora Matilde, que el perrillo no tiene culpa. Ay que ver algunos pobres animalitos lo que tienen que aguantar. Mucha suerte.
Belén, muchas gracias por tus palabras. Cierto, Matilde es la culpable de tal monstruo, porque el pobre perro no tiene culpa.
Un abrazo
No sabía que existía esa raza perruna. Nunca te acostarás sin saber una cosa más.
Lo de vestir a los perros es una cosa que nunca me ha encajado, igual que a tu narrador.
Un monstruo ‘fashion’ y diferente.
Mucha Suerte.
Esperanza, gracias por tus palabras. Yo tampoco he llegado a entender nunca lo de vestir a los perros, pero bueno, cada cual es libre de tratar a su perro como quiera, siempre que lo haga con cariño y educación.
Sobre el bergamasco, siempre se puede aprender algo. Es una raza no muy común, por lo menos por aquí, pero me parece muy curiosa y por eso la escogí, porque sus mechones de pelo le dan un aire descuidado y despeinado que chocan con el repipi de la señora Matilde.
Un abrazo
Busco «Bergamasco» para ver si me da la clave que necesito para apreciar el relato. Encuentro que se trata de una raza de perros. No encuentro los elementos de los cuentos, el giro, el conflicto. No sé, Blanca. Suerte.
Javier, agradezco tu comentario.
La historia, que he querido escribirla en clave de humor, trata de la vecina que se compra un perrito de esos pequeños a los que algunos dueños «disfrazan» vistiendolos como si de una persona se tratara y el vecino dueño de un bergamasco que lo observa horrorizado. Porqué escogí bergamasco, pues pensé en alguna otra raza, pero buscaba una que chocara con el perro cuidado y mimado de Matilde y creo que los bergamasco son de aspecto rudo y descuidado.
No sé si te he aclarado algo el mensaje que he querido dar.
UN abrazo
Coincido con los compañeros. Un relato diferente de las muchas «Matildes» y sus mascotas.
Abrazos.
Maria, gracias por comentar.
Si, este mes me he salido un poco del guión, aunque cumpliendo las normas e introduciendo otro tipo de monstruo.
Un abrazo
Blanca, creo que entre maltratar a un perro y personificarlo hay un término medio de cariño y amistad. Monstruo o no, es una percepción subjetiva. Divertido y original relato. Abrazos.
Gracias Salvador por comentar.
Si, creo que un perro esta igual de bien cuidado y tiene todo el amor aunque no le lleves vestido ni le pongas complementos. Lo que importa es ciudarlo y quererlo como a uno mas de la familia, siempre sabiendo que es una mascota y no un hijo.
Pero como en todo, hay gente para todo. Sino el mundo seria muy aburrido.
Blanca, dices que querías hacer otro tipo de relato, no, este cuento va a levantar ampollas, lo mismo pasa con las parejas. Menos mal que a mi no se me puede coger tan fácilmente. También me visten, ja ja.
Muy simpático.
Un beso
Gracias Epi
Que suerte que te vistan, jajaja yo tengo que vestirme yo sola…
E igual, de lo diferente que queria ser me he pasado, tendré que volver a lo clásico con la bicicleta, no sé yo.
Un beso
Prefiero como lector este tipo de relatos que se leen fáciles, que te atrapan desde el principio, que no necesitas tener abierta la página de la RAE para ir buscando cada palabra en un relato de máximo 200, es fresco, y con un pensamiento de rivalidad animal que seguro que muchas vecinas tienen entre sí… además me ha recordado al otro día que fuimos a tomar algo y nos tocó en la mesa de al lado un dogo alemán y ni se movió ni ladró. Nada como mi monstruo mejor glande. JIJI Suerte con tu micromascota.
Gracias Lorenzo.
Me alegro que encuentres fresco y agradable leer mi relato. Es cierto que para leer algunos relatos tienes que tener un diccionario al lado, pero este no es el caso, no.
Un abrazo
Una estupenda fotografía la que nos dejas con tu relato, que como han comentado por arriba, tiene la capacidad de ser el preámbulo de muchas cuestiones, unas más profundas y otras menos, pero que sobre todo te obliga a pensar. A mí me ha llevado al final a las soledades. Agradecido de ese punto de humor muy fino con el que has barnizado toda la historia. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio,
Pues si, aunque he escrito en forma de humor el micro, puede dar para pensar: en la soledad de algunas personas, en lo diferente que se puede ver un mismo animal o situación, etc.
Me alegro que te haya gustado.
Un abrazo
Un monstruito muy querido por la señora Matilde. A ella no le asusta.
Y un monstruo para quien relata la historia.
El haz y el envés del mismo animal.
Un beso y mucha suerte.
Gracias Virtudes.
A veces el ser Monstruo es subjetivo y depende de la mirada de quien observa.
Gracias por tus palabras. Un beso