OCT03. POLARIS, de Eva García Martín
Me gustaba veranear en la casa del pueblo porque allí no había contaminación lumínica. Por San Lorenzo, nos tumbábamos en las eras esperando las fugaces lágrimas que concedían deseos.
Estela aseguraba que algún día encontraría el lugar donde caían las estrellas y así tendría todos los que quisiera. Discutíamos durante horas sobre el mejor modo de conservarlas eternamente: en un armario oscuro, en tarros de cristal, envueltas en periódicos, en una caja fuerte, en el frigorífico, congeladas…
Un día el tío Marcial nos escuchó.
– Esta noche os enseñaré la única estrella que os importará conservar- prometió.
Boquiabiertos y excitados, pasamos aquella tarde preparando la gran aventura: linternas, guantes, cuerdas, una caja, gafas de sol, un saco, palas, caramelos de menta, dos rosquillas de anís…
Después de cenar esperamos, cargados e impacientes, en el patio. El tío salió en bata y zapatillas y, cogidos de su mano, nos alejamos del farol de la entrada.
Tras explicarnos cómo reconocer las dos Osas nos señaló:
– ¿Veis las tres estrellas en la cola de la Osa menor?
– Una…dos…tres…- contamos nosotros.
– La última indica el Norte y siempre estará ahí, para que nunca lo perdais.
Años después comprendimos totalmente su lección.
No has perdido el norte, me gusta mucho. Nuria.
Eso espero…Gracias, Nuria.
Eva, me gustan sobre todo esas reflexiones de los niños sobre cómo guardar las estrellas.
Es muy bonito.
Un abrazo.
Inés, a quién no le gustaría tener en su armario una estrella de deseos o una lámpara con un genio…cuando somos niños nada parece imposible. Al crecer nos damos cuenta que bastante tenemos con no perder el rumbo entre nuestros sueños. Gracias por tu comentario.
Muy tierno y con una moraleja final aplicable en todo momento. Precioso relato. ¡Enhorabuena!
Gracias por tu comentario, ¡que no lo perdamos nunca!
Con qué poco los sabios logran decir mucho y dejar grabados recuerdos imborrables. Gracias, Eva.
No sé si sabios, pero los hay que tienen las cosas muy claras. Gracias a tí.
Entrañable tu relato, Eva, con un gran hallazgo: la elocubración sobre cómo conservar estrellas. A mi me gustaría hacerlo en tarros de cristal 🙂
Un abrazo y suerte
NACHO RUBIO
¿Te imaginas? ¡menudo ahorro de energía! Tarritos por toda la casa, tarritos de bolsillo,tarritos por las calles tarritos para el coche…Seguro que alguien lo monopolizaba y nos dejaba el cielo negro.
Gracias por tu comentario, Nacho. Un abrazo y te deseo lo mismo.
Eva, muy bonito tu relato del que estamos todos llenos pues en mi juventud en los pueblos no existía tele y todas las noches de tertulia en las sillas bajas de enea te dedicabas a mirar el firmamento estrellado.
Un beso
He de confesar que en mi pueblo natal si haces eso te atropellan los autobuses o los taxis, pero afortunadamente tengo pueblos prestados donde aún se hace, condimentado de cotilleos y despellejes, of course. Guankisforllutu.
Eva, ¿donde prestan pueblos?
Pues verás, Antonia, cuando tu familia o tus amigos tienen pueblo, a veces te los prestan: en verano, durante las fiestas, un fin de semana… ¡Yo misma presto el que actualmente habito a mis amigos, por un modico precio, cuando quieren pasar unos días!. Después están las multinacionales que te dan la opción de ser adoptada por un pueblo,al menos eso he oído en la tele ;o)
Un beso
Lo que tiene precio es alquilado, lo prestado es gratis y sobre las multinacionales, no sabia que daban la opción de la adopción. De cualquier forma, quedas invitada al mío, sin precio y si quieres con la opción de que te adoptemos si optas por ello, y a la alcaldía le parece bien. 🙂
Otro beso.
Ahh, el precio módico es que se diviertan, lo pasen bien con nosotros y vuelvan ;o) ¿No has visto el anuncio de Aquarius? Algo se traen entre manos adoptando habitantes que no entendí muy bien.
Agradezco tu oferta y lo mismo te digo. Déjate llevar por la Vía láctea y llegarás a él…;o)
Más.
A mi también me gusta la idea de tener luz de estrella en tarros de cristal… Ojala fuese tan sencillo como mirar a las estrellas para no perder el rumbo en la vida.
Pues nada, María, nos ponemos manos a la obra y lo patentamos, a ver si sacamos unas perras cabalgando contra la crisis antes de que nos copien los asiáticos:
Luz de estrellas ‘Esta noche te ilumino’. Contenido, fotones de estrella concentrados 100%, 50 gr. Presentación: en tarros de cristal transparente reciclado. Indicaciones: GPS vital, pérdida de esperanza, necesidad de deseos, oscuridad espiritual,negras sombras, pensamientos apagados, . Otros usos: Sustitución de lámparas de todo tipo. Posología: Al ser un producto totalmente natural no tiene contraindicación de ningún tipo, por lo que se recomienda su administración ‘ad libitum’ según necesidades.
¿Algún socio capitalista que se anime? Yo ya he puesto la idea…je,je.
Un beso, María
Buena lección María, pese a lo complicado de aprenderla..En fin, cosas mías..jeje
Ciertamente a veces es complicado no perder el norte, sobre todo cuando las nubes y las brumas nos envuelven.Pero también se aprenden cosas vagando sin rumbo ¿verdad? Gracias por tu comentario, Ramón
Eva(María), como la que buscaba el sol en la playa ;o)
Perdón Eva ¿En quién estaría pensando? ni yo lo sé. Jajaja.