OCT104. EL SUEÑO, de Rafael Aracil Alemañ
Ignoraba como había llegado hasta allí. Lo único que recuerdo es el largo camino que anduve durante más de ochenta y siete años. Sin apenas darme cuenta me hallaba en el umbral de la vida, en la boscosa y umbría zona donde los estertores de la muerte se repiten a un ritmo frenéticamente abyecto. Una extraña dama, de negro vestido, me increpa e interroga con la certeza de que me convencerá, por mucho que resista, para que vaya con ella a los confines del mas allá donde mora lo eterno, en el templo marmóreo del interminable invierno. Me ha cogido de la mano y me arrastra, como una letanía de susurros y lamentos, al paraíso maldito donde se ahogan los sueños.
Al menos te acompañó desde el principio, eso ya es un gran privilegio. Lo normal es que una vez iniciado el paseo te deje vagar solo.
Y desde luego es convincente.
Buen micro Rafael.
Un abrazo y suerte,
http://montesinadas.blogspot.com.es/
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