OCT119. LA TERCERA CITA, de Luis Miguel Morales Peinado
Era la primera cita. Estaba nervioso. Quedamos sobre la acera, justo debajo de las ventanas del salón, a la hora en que la sombra se adueña de ella. Me asomé y vi cómo el sol abandonaba las baldosas, tres pisos más abajo. No pude, el vértigo se apoderó de mí. Quizá otro día, pensé.
La segunda, un tiempo después, fue en la bañera. El olor de las sales humedecido por la tibieza del agua me llamaba. Me sumergí hasta el cuello, saqué los brazos y, con la mano derecha, agarré con decisión la cuchilla que unos minutos antes había dejado sobre la banqueta. Una mínima gota de sangre resbaló por mi muñeca izquierda y tiñó la espuma. Nunca lo he soportado. El mareo me hizo desistir de nuevo.
Hoy, la espero. En una hora. Coloqué el bote lleno de pastillas sobre la mesa de la cocina, al lado de un vaso con agua fría.
Buena historia, bien contada y con su dosis de humor e ironía. Muy ocurrente. Esperemos que también esta vez falle en el asunto. Suerte. Saludos.
¡Esperemos que sí! Gracias por tu comentario, Antonia.
¡Un beso!
Luis Miguel,coincido con Antonia en el comentario. Suerte y saludos. Calamanda
¡Gracias y un beso, Calamanda!
Me gusta cómo has llevado la historia, con su tristeza y sus renuncias. Y que quede el relato abierto. No sé si habrá dos sin tres o a la tercera irá la vencida, ahora que parece más fácil. Mientras tanto nos lo iremos pensando.
Suerte y saludos.
Bueno, siempre está bien que aparezca la esperanza hasta en los peores momentos. ¡Ojalá que a la tercera no vaya la vencida!
¡Gracias y un abrazo, Rafa!
Mejor no ser valiente y dejarlo para otro día, y eso es lo que tu protagonista piensa, pero es mejor que ese día no sea el que el espera, sino que se presente sin tener que ir a buscarla
Un abrazo .
Puri
Totalmente de acuerdo contigo, Puri. Que espere su llegada.
¡Gracias y un beso!
Espero que tu prota sea propenso a la faringitis… Muás, hermano.
¡Buena idea! Que se tome un paracetamol y gracias…
Muases, hermana.
Hola Luis Miguel, un suicida con demasiados miedos, bueno mejor pensarse las cosas dos, tres y más si hace falta, todo con tal de evitarlo. Me ha gustado mucho como lo cuentas y además me parece una manera diferente de tratar el tema de este mes.
Te deseo mucha suerte.
Un saludo.
Elena
No creo que nadie se libre de estos miedos y espero que mi suicida siga teniéndolos. La vida, aun con todo lo que se nos viene encima a veces, es demasiado bonita para tirarla. Gracias por tus palabras, Elena.
¡Un beso!
Hola Román… me ha gustado
Pero me temo que la tercera cita es muy sencilla para alguien que ya ha hecho dos intentos
Besos y suerte
¡Gracias, Mela, por venir hasta aquí! Y no creas, lo más sencillo hay veces que se complica. En este caso, esperemos que sea así.
¡Un beso!
Al final no he podido evitar la curiosidad y me he acercado antes de irme a dormir. Esperemos que ella siga sin querer acudir a la cita… Y espero que después de que de nuevo le deje tirado, empiece a encontrar razones para quedar con la vida.
Ays, si es que siempre me gustan tus relatos! Tienes tanto talento para contar toda una historia en tan pocas palabras… Y siempre sabes usar las justas y necesarias para captar toda nuestra atención.
Besotes!!!
¡Qué alegría verte por aquí, Margari! Y buenísimo tu enfoque… ahora ya estoy casi convencido de que la que se traga las pastillas es la ella de la que nos hablas.
Hace mucho que no te digo lo de los mofletes «coloraos»…
¡Gracias y un beso!
Simplemente magistral, como siempre. ¡Pero mira que tus microrrelatos me tienen fascinada! Qué manera de conseguir un final impactante y que dé que pensar. Aunque espero que al protagonista lo único que le dé por pensar en esa tercera cita es que tiene sed y que ese agua fría le va a venir de lujo. Ojalá se la beba sin más y vea las cosas con la misma claridad del líquido ingerido. ¡Felicidades y mucha suerte!
¡Pues sigo con las alegrías y los colores! Este «prota» no se toma las pastillas: seguro que nos está leyendo y va a seguir vuestros consejos…
¡Un beso y gracias, Marian!
Sería bueno que después de esta le quedase pendiente otra cuarta cita, por que de alguna forma evitaría lo que busca y por otro lado tendríamos la oportunidad de ver el ingenio de tu imaginación que no es poca. Por mí que a última hora le han llamado tanto la atención los colores de las pastillas que se ha puesto a jugar al parchís….
Besos y suerte!!
¡Y ha ganado! Se ha comido todas las fichas de ella…
¡Gracias por tu comentario y un beso, FG!
Muy bueno, me gustó.
¡Suerte!
¡Muchas gracias y un beso!
¿A la tercera irá la vencida? Espero que no. Tu relato, en un presente, que plantea dudas sobre un futuro y preguntas sobre un pasado que lleva hasta aquí, no me ha gustado, Luis Miguel, me ha encantado. Un relato corto que crea en nuestra mente un gran historia.
¡Un abrazo y mucha suerte!
Vaya susto que me has dado con el no me ha gustado, Carmen… ¡menos mal que he seguido leyendo! Muchas gracias por venir hasta aquí a regalarme tu análisis.Ha sido un placer.
¡Un beso!
Luis Miguel, también encontré tu texto. Me alegra que también participes. Este relato consta de 3 partes: la primera y segunda fallidas, quizás por esa falta de valor. La tercera está pendiente, seguramente ocurra lo mismo. Incluso puede que se quede dormido en esa espera y se olvide del tema, o decida que la vida es más fuerte y tiene muchos alicientes.
Me gusta esa progresión hacia un final todavía sin definir.
Un abrazo
Mucha suerte!!!
Rosa.
¿Le cantamos una nana? Muchas gracias por tu comentario, Rosa. Nos seguimos «viendo».
¡Un beso!
¡Que espere!… ¡Que espere!… A veces es imprescindible dar algún «plantón»… Muy bueno Luis Miguel.
Un abrazo.
¡Pablo! Pues sí, aunque se mosquee ella… ¿verdad?
Amigo, muchas gracias por pasarte y un fuerte abrazo.
Me gusta el relato, con humor y bien contado.
Felicidades.
¡Gracias, María, por tu comentario!
Un beso.
Pues vaya, a este ritmo yo creo que el protagonista no va a sacar nada en claro. Muy auténtico.
Saludos.
Esperemos, esperemos…
¡Muchas gracias por pasarte por aquí, Lídia!
Un beso.
Me gusta la historia de este suicida indeciso, y prefiero pensar que si ya ha pospuesto la cita dos veces lo seguirá haciendo. Seguro que cuando llega la hora no tiene sed, o se le atraganta la primera pastilla o algo. Saludos y suerte.
Está claro que sois un grupo solidario… ¡lograremos que pase algo, seguro, para que esta vez tampoco llegue a la cita! ¡Por ideas que no falte!
Muchas gracias por pasarte a dejar tu comentario, Ana, y un beso.
Tu pequeña historia me deja pensando. Ojalá que nunca llegue a tiempo a esa cita tan oscura.
Mucha suerte.
Besos.
Rafaela, yo creo que estamos a puntito de convencerle…
¡Muchas gracias por pasarte por aquí y un beso!
El bote con pastillas está lleno aún y el vaso de agua también. Creo que a la tercera no va la vencida tampoco.
¡suerte en el concurso!
Besos
Ya lo decía yo, Jara. Si es que el hombre ya no se atreve con todos vosotros detrás…
¡Gracias por venir y un beso!
Debe parecer fácil intentarlo, pero la cobardía ante la escena de verse quitándose la vida debe ser difícil de superar.
De momento tu personaje sigue dando largas, no sé si porque es cobarde o hace teatro o en el fondo no quiere hacerlo.
Abrazos y suerte
http://montesinadas.blogspot.com.es/
¡Viva la cobardía! En estos casos. Yo creo que lo que le pasa es que quiere hacerse notar…
¡Gracias por tu comentario y un abrazo!
Muy buena historia Luis Miguel y muy bien narrada, con ritmo y dejando entrever poco a poco quien es la amante esquiva de las citas fallidas. Y aunque el final es abierto, no parece que la tercera vaya a ser la definitiva. Al fin y al cabo ahí siguen el frasco de pastillas y el vaso de agua. ¿Qué le habrá detenido esta vez?
Suerte
Vivir, Anna, que aunque al final, individualmente, triunfe siempre la amante de la que me hablas, en conjunto la vida es la que gana.
¡Gracias por tu comentario y un besazo!