OCT129. LA CITA, de Miguel Pereira
Resultó crucial aquella madrugada lluviosa, en la que mis pasos serpenteantes se perdían en la densa niebla, vislumbrar a lo lejos el cíclico guiño de ojos sobre la roca de aquel faro, que me prevenía de la peligrosa presencia de un escarpado acantilado, en el que quedaban las olas para rugir. Pues si no fuera por el luminoso, tal vez me hubiera perdido, y pese a las copas de más que intentaban trastabillar mi marcha, no podía dejar para otro día mi perezosa cita con la muerte.
Responsable y cumplidor con su destino. Original mirada. Adjetivos oportunos y frases largas es lo que destaco en cuanto su construcción.
Me gustó la historia.
Suerte. Saludos.
Gracias Antonia. Supongo que la impronta de las personas es firma incluso en su muerte. Me alegra que te haya gustado.
Una perta gorda.
Miguel, es original la atmosfera que crea para despues cumplir su deseo. Suerte y saludos. Calamanda
Gracias Calamanda. Entiendo que ante todo cada uno debe buscar su lugar, aunque este no esté entre los vivos.
Una perta gorda.
Está visto que la muerte es solo para los decididos,… sin ninguna duda,suerte Héctor
No te inquietes por ello, pues a otros tantos, por mucho que retrasen su encuentro, terminan cayendo en la tentación.
Una perta.
Miguel, muy poetico relato. Muy bello y muy bien contado. Me ha encantado.
Un saludo.
Gracias Blanca, supongo que son comentarios así los que animan a uno a seguir jugando con las letras.
Una perta gorda.
Bueno parece que tuvo que tomar unas copas para conseguir su objetivo y es que la cobardía ante el suicidio es lo común.
Abrazos y suerte
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Todavía no sé que es lo común ante el suicidio. De momento dejaré que corra la vida, e intentaré que nunca llegue a esa encrucijada.
Una perta gorda y gracias.
Supongo que incluso lo más trágico puede ser contado con música. Me alegra que te haya gustado.
Gracias y una perta gorda.