OCT131. ADORMIDERA, de Montaña Campón Pérez
Cada noche papá entra en mi cuarto, abre las ventanas y cuenta hasta tres. Asegura que esa tercera, la estrella más brillante, es mamá vigilándonos desde el cielo. El pobre no sabe que mamá me enseñó los nombres de las estrellas, y esa que él se empeña en señalar no es más que Sirio.
Dices mucho en pocas palabras, Montaña. ME ENCANTA el final!!
Yo quizas realizaria un pequeño cambio: «Asegura que esa de ahí, la más brillante, es Ella vigilándonos desde el cielo». Lo haria para no repetir dos veces «mamá» en tan poco espacio, y también para incrementar la incertidumbre. Para no desvelar el enigma tan pronto, pues la ultima frase, de veras, me parece PERFECTA. Y NO es nada facil cerrar asi de bien un micro…
Un abrazo y mucha suerte
NACHO RUBIO
Gracias, Nacho, por tus consejos. Siempre se aprende
Anónimo tiene razón, pero es un relato delicioso.
De todas formas quería hacer hincapié en la mamá.
¡Qué maneras! La hija encargándose del padre y de sí misma emocionalmente, algo muy común en esta época en que los niños deben crecer lejos de las fantasías.
Diferente, lejos de la poesía y totalmente real.
Qué bien reflejado. Yo he vivido en carne propia ese proceso en el que el hijo se convierte en padre y madura de pronto ante un hecho tan traumático como es la muerte de un ser querido. Pero lo que más me ha gustado es esa complicidad, ese dejar pasar la situación y vivir un poco engañados los dos, unidos, quiero pensar, por el amor. Un beso.
Gracias Mar, Ana, Patricia y Carmen. Me encanta que os guste. Un abrazo
Me encanta cómo desmontas la sensiblería celestial, Montaña. Todavía creemos que son los niños los que tienen que aprender qué deben echar en el contenedor amarillo. Suerte.
Gracias Isabel por tus apreciaciones
Es un relato muy tierno, con mucho sentimiento. El padre después de cada jornada, siempre tiene un segundo para su hijo, para reconfortarlo, que se sienta bien y duerma tranquilo; no se da cuenta que su hijo a su manera hace lo mismo con él. Muy bien escrito Montaña, mucha suerte. Besos.
Yo pienso lo mismo mismo que Santi. Y lo has mostrado muy bien, Montaña.
Montaña… nunca lo había visto como nombre. Conocía Valle, Mar, Puerto, Camino, pero Montaña no. Si te apetece me dices su origen en tu caso.
Un abrazo.
Soy de Cáceres, gracias por tus comentarios