OCT137. UNA NUEVA VIDA, de Antonia Fernández Sández
Después de dos años por fin se iban a conocer.
Afrodita, (como se hacia llamar), había accedido a tener una cita con él. Decía que tenía el cabello negro, largo y ondulado; y unos hermosos ojos verdes.
Según su último e-mail, estaba muy nerviosa e ilusionada por el encuentro.
Una ducha,un afeitado perfecto,su camisa más elegante y su mejor fragancia harían el resto.
El corazón le latía muy deprisa.
Había dejado todo preparado por si la cita se prolongaba y ella accedía a ir a su casa…
Velas aromáticas, bombones y champán enfriándose en la nevera.
Cogió la flor que serviría para que ella le reconociera y de un sólo portazo cerró la puerta tras de sí.
Arrancó su coche, encendió la radio y salió del garaje. Había tormenta y una espesa lluvia se había apoderado de la ciudad.
Sorteando los charcos, conducía rumbo a su destino, era feliz, era el comienzo de una nueva vida…
En otra esquina, un grupo de atracadores huía a toda prisa después de desvalijar un banco. En la huida desesperada, el conductor se saltó el stop y colisionó con él, de repente, todo se quedó sumido en un silencio eterno…
Antonia, es dificil que la muerte sea bien recibida, pero en esta ocasión ya podía haberse quedado al margen. Triste, y bien contada, realidad. suete y saludos. Calamanda
Lástima que para comenzar una nueva vida se tuviera que morir´.Me gustó ,suerte. Héctor
Antonia, esta separación es muy cruel, parece que hemos dado un final parecido a nuestros relatos. Este mes el tema lo sugierre: frialdad del destino contrapuesta a la ternura del amor que estos dos personajes tenian guardado para entregarse si se hubiesen conocido. Me gusta.
Suerte
Rosa.
Saludos!!
Una pena que no pudieran conocerse, pero los hados habían decretado que no fuera. Cuando la muerte ronda, es difícil esquivarla.
Suerte y un abrazo.
La fatalidad, escrita o no en el destino de las personas existe.
Buena apuesta abrazos y suerte
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