OCT148. ORIÓN Y SUS ESTRELLAS, de Jose Vicente Pérez Bris
He dilapidado tres amores. El primero fue Ana, flechazo de instituto. Nos casamos jóvenes y renunció a la carrera. Fue la escudera fiel, sacrificada por su héroe. Soportó penurias sin fin hasta que publiqué la novela.
Joana la editó. Intimamos enseguida. Alimentaba el caudal de halagos que deseaba escuchar. Descubrí un mundo diferente. Glamour, estilo y una fe ciega en mis posibilidades. Tiré siete años de matrimonio por la borda. Me zambullí en un mar de fiestas, presentaciones y banalidades. Al despertar, habían pasado dos años. Joana exigía más espacio en el campo de juego. Se ahogaba. Y lo peor de todo, quería una segunda novela. Terminé destrozado.
En la retirada, la vencedora se apiadó buscándome un empleo. Al menos, un sustento que alimentara los devaneos de escritor frustrado.
El destino me otorgó una tercera oportunidad. Apareció Laura. Era la nueva becaria. Convertirme en mentor de un alma joven pasó a ser una nueva pasión. Resultaba increíble como se dejaba moldear en forma y manera sin rechistar. Descubrir que jugaba un doble juego me llevó un año. Ahora, solo al caer la noche, miro al cielo y evoco las tres estrellas que apagué y nunca lucirán.
José Vicente,unas apago y otras le apagaron. Suerte.