OCT150. A MÍ, NO, de Elena Monsalve Meroño
Dicen que la muerte no duele, que el miedo paraliza nuestros sentidos y el pánico nos convierte en seres inertes incluso antes de perder la vida. No se qué hay después de la vida, probablemente pasamos a un estado eterno de inutilidad y aislamiento. Seguro que desaparecemos de este mundo para encontrarnos en uno que ni si quiera nos deja aparecer.
Qué pena que te fueras. Qué lástima perderte y sentir que nadie sabrá de ti. Qué angustia experimentar el dolor que tú no padeciste.
Imaginarte me enerva, recordarte me fatiga y quererte me desgarra.
Creo que me voy contigo, que le duela a otro.
La verdad es que pese a tratar un tema como la muerte y además con buenas reflexiones, entre las que destaco «desaparecemos de este mundo para encontrarnos en uno que ni si quiera nos deja aparecer», por el título y por ese final, me incita a risa. No sé si era tu intención, si es así, me alegro y si fuera otra pues disculpas. A veces la frontera entre lo trágico y o cómico es sutil.
Abrazo.
Me ha encantado sobre todo el final. Nuria
Elena, a esa idea tan tentadora de acompañar al que se ha ido porque no puedes sopportar su perdida le trasladas un humor muy bueno. Suerte y saludos Calamanda
Me imagino que a muchas personas les pasará por la mente irse con el muerto para paliar un dolor tan inmenso. Menos mal que pocos lo llevan a cabo. Para la muerte sería una doble victoria.
Me imagino que a muchas personas les pasará por la mente irse con el muerto para paliar un dolor tan inmenso. Menos mal que pocos lo llevan a cabo. Para la muerte sería una doble victoria.
Me imagino que a muchas personas les pasará por la mente irse con el muerto para paliar un dolor tan inmenso. Menos mal que pocos lo llevan a cabo. Para la muerte sería una doble victoria.