OCT151. LAS MÁS BRILLANTES… de Inmaculada Rodríguez Flores
Como cada anochecer se acerca a sus camas a darles el beso de buenas noches. El día ha sido intenso, un ir y venir para llevarlas al colegio, prepararles el almuerzo, volverlas a recoger, escuchar sus historias —siempre poniendo cara de mucho interés—, comentar lo que piensa sobre los relatos que escucha… Esa es la labor de esta madre abnegada, una de tantas, como la tuya y la mía, es que a cada instante vela por sus tres estrellas.
Un día llegó la primera a sus brazos, y le pareció la más bella del mundo… Años después llegó la siguiente, y pensó que eran dos estrellas maravillosas, las más brillantes, las más hermosas de todo el mundo.
Hasta que llegó la benjamina, y en ese instante comprobó que para cualquier madre todas sus hijas han de ser igual de bellas, igual de amadas,…todas han de recibir el mismo trato.
De hecho, son sus tres estrellas, las que alumbran sus momentos más oscuros, las que guían sus más duras decisiones… las que hacen que cada día exista un maravilloso motivo para saludar al sol, sabiendo que nuevamente, cada noche… volverá a arroparlas, a besarlas, a sentir ese amor indescriptible.
Muy entrañable, Inmaculada. Suerte.
Muchas gracias, Ana. Fue escrito pensando en una mujer a la que admiro y que ha renunciado a muchas cosas por criar a esas tres hermosas estrellas en un hogar lleno de amor. Pensando incluso en nuestras propias madres, que lo tuvieron mucho más complicado que nosotras, pero siempre derrochando amor.
Muchas gracias Amparo.
Espero que tengas muy buen fin de semana.