OCT152. EL BOSQUE DE ESTRELLAS, de Mª Carmen Gómez Caro
Pasó su infancia atrapando luceros. Capturaba el reflejo en un charco y saltaba sobre el agua diciendo \»eres mía, estrella\», y así, poco a poco, se hizo con un bosque de luminarias de escarcha prendidas en la noche. Porque en la hora de los prodigios, cuando se abría el cielo después de un aguacero, la calle se llenaba de niños que saltaban charcos y construían bosques.
Eso fue antes de que los soldados entraran en el pueblo con los ángeles ensartados en sus lanzas, antes de que a su padre y a su hermano se los tragara la tierra, antes de que le diera terror que le crecieran los pechos, mucho antes de que el río bajara cargado de miedo.
Ahora, el suelo. La boca y la nariz llenas de barro y de sangre seca. Las piernas rotas. El frío en la espalda. Los ojos cerrados para pensar en charcos y en bosques de estrellas.
El hombre de las botas le aparta el pelo en un repentino gesto piadoso. Saca su pistola y dispara tres veces sobre su vientre. Mientras los tres luceros rojos anidan en su camisa, ella camina entre los cuerpos celestes.
–«Eres mía, estrella…Eres mía, estrella…«.
Impresionante. Un relato que te deja sin respiración. Es tremendo, y tiene frases impactantes, muy bien elegidas, que expresan tanto…
Me gusta mucho cómo está dividido en dos partes. La primera, cuenta la historia en pasado, en resumen, con frases largas. Y luego, la segunda, cuenta una escena en presente, con frases cortas y acción.
Creo que está escrito estupendamente y además el tema es profundo. Perfecto.
Enhorabuena.
Muchas gracias por tus palabras, Asun. Eres un sol. Me alegro mucho de que te haya gustado y de que hayas sentido las imágenes y los tiempos. Tu comentario me ha alegrado el día. Un beso.
Pocas veces se lee tanto en tan poco.
Muy bueno
Gracias, David. En un principio me salió bastante largo, y tuve que rehacerlo. Me costó una barbaridad, pero creí que merecía la pena el esfuerzo. Gracias otra vez por tus palabras. Un beso.
De acuerdo con Asun. Has contado mucho en un espacio muy pequeño, suerte.
Amparo, gracias por pasar por aquí y por tu comentario. Me alegro mucho de que te guste. Es cierto que era poco espacio, pero he intentado andar con imágenes que explicaran el transcurso de la historia de manera directa.¡ A ver si lo he conseguido, porque la verdad es que se puso difícil la cosa!. Gracias, Amparo. Un beso.
Tu historia me estremece, me llega allí donde duelen las palabras. El mérito de que eso suceda lo tiene tu forma de escribir, directa, clara, precisa. Te felicito por el relato, por el continente y por el contenido. Muchísima suerte.
Un abrazo
Ay, Paloma, cuando he leído tu comentario me he hinchado como un pavo…
Si la historia te estremece, si te gustado el relato, entonces yo ya he ganado. Porque lo pretendo es llegar al lector, hacer sentir lo bueno y lo malo. Si encima me felicitas, el día de hoy se ha convertido en un día redondo. Muchas gracias por darme ánimos para seguir. Un beso.
Ana, gracias por pasarte por aquí a leer mi relato. Lo del embarazo…puede que sí y puede que no: le dispara en el vientre porque, en definitiva, se trata de un exterminio, un genocidio. Lo del miedo a que le crezcan los pechos viene casi de lo mismo; imagínate una niña en un país en guerra, una niña cercana a la pubertad que está presenciando o tiene noticias de violaciones sitemáticas. Lo lógico es que tenga terror a que le crezcan los pechos, porque quiere pasar desapercibida a los ojos de los desalmados. El bosque de estrellas (cada uno puede hacer la lectura que quiera, por supuesto) es un lugar en la inocencia, un lugar que no pueden arrebatarnos porque es nuestro y en el que estamos a salvo de todo…Bueno, Ana, me encanta que que te hagas preguntas porque así los relatos cobran vida propia y los personajes pasan a ser casi de la familia. Gracias de nuevo. Un abrazo y un beso.
Ana, que me encanta charlar contigo. El relato es bastante duro, pero lo realmente duro es que fue real, y también es real en estos momentos en algún lugar del mundo, y si no lo paramos, seguirá pasando en un futuro.¡Ojalá tuvieramos a mano un gigantesco bosque de estrellas para dejar fuera todas las guerras!.
Un beso, Ana.
Mari Carmen, hay gente en ese blog que escriben muy bien, y sin duda tú eres uno de ellos. Te deseo mucha suerte, Sotirios.
Soti, muchísimas gracias por tus halagos. ¡Ojalá algún día pueda escribir relatos como los que he leído en este blog!. El nivel, ya lo he comentado alguna vez, es altísimo. Yo me conformo con que gusten mis relatos, que remuevan cosas…Gracias amigo, por tus palabras y por los consejos que me diste sobre los árboles y su energía. (Sigo abrazando árboles, Soti, y de verdad que no es cachondeo). Un beso.
Me parece un relato brutal. Los niños divirtiéndose en los charcos y luego la niña ahí tirada en un charco. Buen juego con las imágenes. Y lo del hombre que le aparta el pelo para luego dispararla en el vientre, muy cruel. Como alguien dijo en un comentario, mejor un tiro en la cabeza, lo otro es recrearse con la pobre chica.
Un abrazo.
Hola, Susana. Celebro que el micro no te deje indiferente. Es cierto que es cruel, es exactamente lo que he querido reflejar. Muchas veces las guerras no consisten sólo en matar, sino en causar al «enemigo» un dolor irreparable. Por eso dejan tantas cicatrices. Las muertes en el frente acaban asumiendose, pero el dolor gratuíto, la crueldad, es lo que deja huella. Lo hemos visto en Los Balcanes, en Libia, ahora en Siria…En fin, nos lo cuentan a diario y aun así no escarmentamos.
Susana, gracias por pasarte por aquí a leer mi relato y comentar. Un beso.
Los hechos fueron reales y he conocido a muchos testigos. Algunos eran familiares míos y otros vecinos. La guerra saca lo peor de cada uno, y en todos los pueblos se vivieron cosas semejantes protagonizadas por los de uno u otro bando. Será difícil acabar con las guerras, pero no quiero pensar que es imposible. Prefiero pensar que todavía no sabemos cómo. Besos, Ana.
Es cierto, Ana, alguna gentes no pierde la humanidad en tiempos difíciles. Esos son los verdaderos héroes. Besos.
Hola MªCarmen, después de mes y pico he buscado tu relato y lo he vuelto a leer. Me gusta mucho cómo escribes, es un relato demoledor y está estupendamente narrado. Para mí merecía un puesto entre los finalistas, pero claro, está el gusto personal de cada uno y la competencia que era bastante dura. Espero leer más cosas tuyas. Un beso grande y felices fiestas.
Muchas gracias por tus palabras, Mercedes. Lo importante es que te haya gustado, al margen de menciones y premios. Si alguien te dice que espera leer más cosas tuyas es que has ganado el premio gordo, porque es lo más hermoso que se le puede decir a quien sueña con escribir. Mil gracias, Mercedes. Un beso.