OCT160. CITA CON LA MUERTE, de Pedro Irurzun Antón
Las tres y media ya… pues yo empiezo a tener hambre, que con esto de que hoy se acababa todo, apenas he desayunado… Por cierto, ¿he apagado el gas? Solo faltaría que pasara algo y se viniera conmigo todo el vecindario, ahora que me iba a librar de ellos… Claro que , la nueva vecina del 2ª B es un encanto, tampoco me importaría encontrarla allí, con un poco de suerte, sin el imbécil de su novio…
Menos veinte, y el sitio es el correcto, el mismo sitio donde le vendí mi alma, como quedamos hace exactamente veinte años… ¿Llevarán un calendario distinto? Qué tontería, aunque así fuera, el que cuenta es el mío, que soy el que firma el contrato. Y tampoco he vaciado la nevera. Para cuando decidan que pasa algo raro y entren en el piso, la lechuga habrá goteado a la bandeja de abajo y los filetes serán algo verde que se mueve… Bueno, eso le dará un toque dramático… Ya me veo al pelmazo de Carlos, llevándose mis vinilos con la excusa de que me los había prestado…
A la porra, me voy a casa y me zampo los filetes. ¡Qué poca formalidad!
Pedro, que situacion tan dramática y comica a la vez; es simpatica tu forma de contarla; el final, buenisimo, está a la altura del relato. Suerte y saludos
Muchas gracias. Es mi «primera vez» y me anima mucho tu comentario.
Un saludo
Positivo y alegre este relato. La verdad es que ya que le dio plantón, más vale aprovechar las cosas, que cuestan caras y no hay que desperdiciar nada.
Suerte y abrazo.
Eso creo yo, y más en estos tiempos…
Gracias, un saludo
Muy divertido, y que suerte que sea un informal.A lo mejor tiene suerte y la vecinita rompe con su novio.Nunca se sabe porque la vida da mil vueltas.
Claro que habrá que ver si él está a la altura de la vecinita…
Gracias, un saludo
Muy divertido, y que suerte que sea un informal.A lo mejor tiene suerte y la vecinita rompe con su novio.Nunca se sabe porque la vida da mil vueltas.
Me ha hecho mucha gracia, narras de forma muy divertida esta historia del hombre que vendió su alma y nos demuestra que hay ciertas cosas que no se pueden hacer a tantos años vista, que luego pasa lo que pasa y se va todo al traste por unos filetes 🙂 Suerte y saludos.
A esta cita que propones hay que ir con el estómago lleno, que luego si no te dispersas. Bien desarrollada la tarea de juntar hambre con muerte, Pedro, y bienvenido a entc.
Un abrazo.