OCT168. PRETERIDOS, de Mei Morán
El maquillaje deja entrever las cicatrices del tiempo. El traje, escogido con sumo cuidado, le confiere una imagen pulida, de una severa elegancia. Un cansancio viejo de siglos surca sus rasgos. Hoy también, sale a la calle.
Un coche de cristales oscuros llega por la izquierda, a toda velocidad, obviando toda precaución. El miedo paraliza a los transeúntes. El choque contra un árbol inoportuno lleva al vehículo a las alturas. Dos cuerpos desencajados, apenas cubiertos de ropa, destrozada por el impacto, arriesgan unos bucles de acrobacia antes de golpear el suelo, que les acoge con frialdad y una dureza estricta.
Es el momento en el que ella se acerca, mira a sus víctimas y en un instante de debilidad, de generosidad arbitraria, les deja yaciendo, con un estertor indeciso, sin rematar su trabajo.
Buena atmósfera, buen ritmo narrativo. Vocabulario muy descriptivo.Final original y sugerente. La verdad es que has dado humanidad a esa desalmada.
Un placer leerte, como siempre.
Suerte y abrazo.
Mei, estupendo cómo has logrado recrear la escena, casi me he sentido allí mismo y he tenido miedo.
Como siempre es un placer leerte.
Bessets.
Una gran descripción del trabajo de la parca y de su crueldad. Exquisitamente narrado, además Mei, nos lo haces ver con todo detalle. Muchos besos y suerte!
Mei, el fatal desenlace no sabemos si es irreversible y el trabajo se hace solo. o esos últimos estertores son los últimos!!!! Bien contado. Suerte y saludos
Mei, me he sentido atrapada en tu descripción del suceso.
Me gusta que quede un final abierto a varias posibilidades y a la imaginación del lector.
Suerte.
Un saludo.
Curiosa y original esa muerte tan humana que nos presentas en una escena muy lograda. Me gustan los relatos con segundas oportunidades.
Saludos y suerte.