OCT184.VISITA MOLESTA, de Ana Rosa de Artíñano Comin
No era el momento adecuado para irme pero pensándolo bien nunca lo sería.
Podía estrujar entre mis dedos la tensión que circulaba por el aposento y el silencio que se paseaba a sus anchas llenando el ambiente de interrogantes sin respuesta.
Tu cara blanquecina, tu nariz afilada, tus manos largas y huesudas y esa mirada tan perdida..me hacía estremecerme.
Estaba harta de verte tanto en los últimos días, aunque me encontrase mal no eras bien recibida, te expliqué cuidadosamente que tenía la casa desordenada, los cristales sucios después de un invierno de lluvias, los deberes del trabajo a medio hacer, tenía que cancelar visitas ya programadas, una sensación horrible de trabajo inacabado, tantas cosas en el tintero que me resultaba imposible, tanto amor por entregar y así de esta \»guisa\» no podía acompañarte y abandonar este mundo.
De momento tendrias que aguantarte.
Pues muy bien dicho. A paseo la pesada. Buen juego de personajes y declaración de intenciones. El humor siempre es buena medicina, para todos. Y además, que la tipa no tenía buena pinta y seguro que era saboría. Ahora, que la enferma se lo tome con calma, menos en lo de dar amor, que eso también es positivo.
Abrazo.
Tiene sorna tu micro, mandar a hacer puñetas a la dama negra, pocos se atreven (o les quedan fuerzas) para negarse. Me gusta eso de «me resultaba imposible», je je je…