OCT186. SUCEDIÓ, de Lola García Roldán
Tal y como os lo cuento.
El señor león vivía en el país de los corderos. Cansado de mandar fácilmente hizo la maleta y emigró al país de los leones.
Cuando llegó rugió lo más fuerte que sabía para demostrar su superioridad.
A la primera oportunidad, la competencia se deshizo de él devorándolo.
Le faltaba, sin duda, entrenamiento y empatía.
Un beso
JM
Digno de Félix María de Samaniego, me gusta mucho. Moraleja: No llegues haciendo mucho ruido, tantea primero el terreno. Saludos.
Siguendo lo que dice Ana, «nadar y guardar la ropa». Siempre hay que reservarse una ruta de escapada.
Un abrazo.