OCT187. PASO FIRME, de Núria Díaz Díaz
Hace una hermosa mañana en este claro del bosque. Ante mis ojos contemplo la belleza del paisaje en todo su esplendor. La suave brisa primaveral acaricia mi rostro. Floto en el aire. Delante de mí pasa toda mi vida. Parece que fue ayer cuando nació mi primer hijo. A los seis años enfermó y ya nunca más se recuperó. Lo enterré junto a la playa, mi playa, y la de Tomás, el marido que marchó a la guerra y me fue devuelto en una caja de madera.
Ahora, en este momento, no tengo dudas. Me siento libre, en paz conmigo misma. Mi cuerpo ha dejado ya de pesar. Voy cayendo hacia el infinito, sin miedo, recordando lo que un día fui. Caeré pero de pie.