OCT43. ENTRE GRITOS Y RESOPLIDOS… TRES ESTRELLAS, de Rosa Mª iglesias Yañez
Antonia chilla desesperada, sus gritos y resoplidos, atraviesan las impolutas paredes blancas del recinto.
Entre sudores y bufidos, Pedro agarra fuertemente a su esposa. Ella le oprime la mano y él aguanta como puede, rezando a todos los santos que no le rompa ningún hueso.
Es la primera vez que pasa por algo así y lo que experimenta es algo indescriptible.
Llevan horas con ella y Pedro a su lado, blanco como la leche, quiere que todo acabe ya.
Cuando el silencio se hace oír y todo se calma, Pedro corre a ver a sus tres estrellas, mira a su esposa, cansada por el esfuerzo, se sonríen y besa a sus tres luces que desde ese momento sabe que iluminarán su vida.
Se acerca a su esposa, que tiene las mejillas sonrosadas, los ojos brillantes y el corazón latiendo a mil por hora. Pedro, le acaricia el pelo mientras lo hace le susurra al oído un TE QUIERO.
Muy tierna esa historia de parto múltiple aunque tengan que cargar toda su vida con tres (nada menos) estrellas.
Por un momento tu relato me había estremecido de veras, Rosa. Menos mal que el giro posterior nos lleva a otros terrenos mucho más agradables y que dotan al arranque de total sentido.
Un abrazo y suerte.
NACHO RUBIO
Trillizos Ana, trillizos. Menos mal que tenían que ser tres estrellas, si no está aún Antonia en la labor.
Yo por tocaya la animo.
Bonito final, y ese te quiero sería susurrado, pero era gigante.
Felicidades por la ternura y el nacimiento Rosa María
Una bella historia con final feliz
No es Antonia, pues tres eran tres las hijas de Elena.
Muy trabajoso y tierno.
Un beso Rosa Mª
Gracias a todos por vuestros comentarios. Epífisis espero no haberte deprimido esta vez.
Saludos
Rosa Mª
Lo mejor para mí es el giro de un aparente maltrato al momento del parto, si era esa tu intención lo has logrado.
Un abrazo.
Tiene todo el dramatismo del parto, y el buen final de la mayoría de ellos. Después, ya se verá. Tres a la vez, y con la crisis…