OCT61. OSCURIDAD, de Rafa Heredero García
El Contador de Estrellas, encargado de vigilar el cielo cada noche, es elegido por los Sacerdotes siguiendo el rito de una ancestral ceremonia. Si descubre, al realizar sus cálculos mistéricos desde el observatorio, que tres estrellas han desaparecido, sabrá con certeza que una muchacha núbil ha perdido su virginidad. Así ha sido siempre. Deberá acudir al templo para comunicarlo, y allí, sobre el gran mapa cósmico que domina la cúpula, se borrarán las estrellas apagadas y el Cartógrafo Celeste trazará, entre los huecos que ha dejado otra noche de pecado, las líneas invisibles que dibujan el Triángulo. Este será comparado después con los diseños que la Adivina realiza tras cada nacimiento, y que son custodiados desde entonces por el Guardián de la Virtud junto con nuestros nombres.
Y la impura es descubierta.
Harán tañer con furia las campanas hasta que sea encerrada en una estrecha celda que no tiene ventanas, donde están prohibidas las antorchas, y allí pasará el resto de su vida sin contacto con ser humano alguno. Yo no sabía que el castigo podría resultar aún más duro. Por eso te lo cuento tantas veces, mi niña, para que cuando nazcas nunca le tengas miedo a la oscuridad.
Uy Rafa,un final sorpresivo en esa cárcel oscura nacerá una niña… Menos mal que ese mundo no es el nuestro…
Suerte con tu relato,
Gracias por tus deseos, Yashira. Suerte también para ti y un fuerte abrazo.
Mantienes el interés de maravilla, Rafa. Un cuento muy, como decir, mmm, ¿coercitivo? Está muy bien explicado lo que le espera a la nonata con el contador de estrellas, el cartógrafo, la adivina y, el que más miedo me da, el guardián de la virtud. Esta mujer ha pecado y tiene que pagar por ello… Yo que la hija ni nacía.
Un abrazo.
Muchísimas gracias por tus palabras, Susana. Lo que la espera es la oscuridad cuando nazca, pase lo que pase, y además sin elección.
Un abrazo y mucha suerte para ti (y si vas a ver a JAMS, cuéntanos tú también cómo es esa mermelada).
Hola Rafa,
últimamente das mucho miedo la verdad, no repuesta del diablo-inquisidor, nos cuentas que las estrellas son unas chivatas. Todo en un ambiente mágico y misterioso. El final ya pone los pelos de punta, menos mal que es inventado… una pregunta de lógica : o se acaba el mundo porque nadie tiene hijos, o el cielo se oscurece y el contador de estrellas se va al paro ¿?. Una nueva versión del miedo a la oscuridad. Se mantiene muy bien el ritmo misterioso.
Hola, María. Gracias por comentar. Lo de dar miedo últimamente debe de ser relativo, porque este fue el primer relato que pensé en la propuesta de Esta noche te cuento (lo de las Tres estrellas me pareció muy difícil y me dije que si podía con él, podría con todos), y aunque lo fui corrigiendo, ya estaba la idea central; de todas formas intenté modificarlo al ver que ya estaba utilizado el título de Oscuridad, pero no pude conseguirlo sin que perdiera su esencia, así que finalmente lo envié.
En cuanto a tus RayosX sobre la interpretación, la tuya es definitivamente más oscura que la mía (el miedo a quedarse sin estrellas está implícito en el relato, de ahí el terrible castigo impuesto), aunque yo en realidad al utilizar el adjetivo núbil me refería a su acepción de mujer en edad de casarse… por lo tanto el mundo parece que no se va a acabar (de momento).
Saludos, abrazos y muchísima suerte.
Hola Rafa
jo me alucina como todos vais pensando y escribiendo los relatos con antelación… yo vivo al día. Bueno mis «rayosX», ya veo que eres de los míos leyendo comentarios anteriores… aquí en cuando dices algo ya te fichan. Bueno siendo purista “núbil” es estar en edad de casarte, y como se refiere a la edad, digo yo ¿? que incluye a las recién casadas, yo entendía que sí, por eso cualquiera, casada o no, puritana o díscola en cuando pierdan la virginidad, zas al calabozo… o sea que para mi que tu mundo se acababa echando pipas… Claro que teniendo el cuenta que está por ahí el guardián de la virtud…. Nunca coge vacaciones¿?
Eso sí, cuando la pierdan los hombres no pasa nada ¿verdad?, ya veo que tu mundo mágico tiene mucho de real.
Sí, María, esa era la principal reivindicación. Parece que los tiempos no cambian y las mujeres todavía tienen que soportar ese estigma. Y no, los guardianes de la virtud, parece que no descansan.
Saludos.
Hermoso relato, rafa. Me encanta el arranque, la mera figura del contador de estrellas ya resulta prometedora. La atmosfera mistica y medieval tb estan muy bien retratadas. Y el ultimo giro es lo que le da la calidad de historia epica y aleccionadora.
Un abrazo y suerte
NACHO RUBIO
Gracias Nacho por tu comentario. Se agradace que un relato tan duro pueda resultar hermoso. El contador de estrellas fue el arranque de todo porque me pareció una figura que podía atrapar desde la primera línea.
Mucha suerte para ti. A ver si repites en la II convocatoria, que lo estás rondando cada mes.
Un abrazo.
Hola, Ana. Lo que de verdad es una pasada es tu comentario. Muchísimas gracias. Has sabido expresar todo lo que quería contar y lo condensas en una sola frase (enterrar en vida a toda aquella que interese satinizarla: me ha parecido precioso). Y sí, puede que esa mujer prepare tristemente a su hija para lo que la espera, pero también trata de que sea valiente y de que nunca tenga miedo. Me gusta pensar que sea así.
Un abrazo muy fuerte.
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Qué relato tan bonito Rafa, por todo, por como está escrito, por lo que cuentas, por ese contador de estrellas, por la sorpresa final, por… Enhorabuena
saludos
Muchas gracias por tu comentario, Paloma, y la enhorabuena debe ser para ti por ese estar tan verde como siempre, a lo que por otra parte nos tienes habituados. Te lo merecías.
Un abrazo.
No sé si te lo he dicho todavía, Ana, pero si no te lo digo ahora: tus comentarios son un lujo. Gracias por compartirlos con nosotros.
Un abrazo.