OCT73. PESCADOR, de Fernando Andrés Puga
Temprano, antes del alba, suelta amarras. A veces sale acompañado; hoy no. Con sus redes, se hunde en la negrura del poniente y las arroja donde sabe que se encuentran los mejores cardúmenes. Espera y mientras, se tiende en la cubierta a contemplar el cielo que imperceptiblemente dará a luz un nuevo día.
Hoy está calmo. Sin nubes, sin vientos que hamaquen con violencia su reposo, aún sin ese frío de los amaneceres invernales. Hoy puede ser.
¡Son tantas las estrellas que pueblan la bóveda celeste! No es fácil dar con esas tres; las que se alinean en el último instante de la noche y señalan hacia el lugar donde van a parar las almas de los muertos.
Quiere saber. El día en que te fuiste recordó la leyenda que cuentan los nativos y decidió creer. Viene entonces a la negrura antes que el sol la borre y mira al firmamento. Irá hacia allá cuando sepa el camino; irá por fin hacia los peces.
Hoy puede ser. Sí, algo pasa. Una, dos, tres… ¡Sí! Son tres luceros señalando hacia el sol. ¡Allá…! ¡A toda máquina, compañera! Y ahí va la barcaza a perderse en la nada.
Amanece.
Me ha gustado mucho Fernando, me gusta el tono que empleas narrando y ese final lleno de esperanza.
Felicidades.
muchas gracias por tu gentil comentario, Yolanda. La esperanza es lo último que se pierde ¿no?
Un texto hermoso, que tiene una historia pero a la vez es muy poético. Me gustó mucho el final.
Felicidades.
Gracias, Sindel. La poesía me puede.
Me ha gustado. Cuando la soledad y el recuerdo son tan fuertes es entendible que las personas se agarren a leyendas o a lo que sea. Y el final de este hombre me temo que está muy cerca ya, un alivio para él, pero triste. Lo único, Fernando, que yo creo que una barcaza no lleva motor, como las que descienden el Misisippi.
Un abrazo.
hola, susana. Gracias por tu comentario. Creo que en algunos lugares los pescadores salen en barcazas y llevan motor, por ejemplo en Mar del Plata, Argentina.
Abrazo para vos.
Muchas gracias por compartir con todos tu interpretación del relato. Quien quiera que seas, gracias.
Abrazo
Qué bonito es tu relato, qué bien escrito y qué evocador.Me ha gustado mucho.
Saludos
Paloma Hidalgo
Muchas gracias, Paloma por tu cálido comentario.
Muy buen texto, Fernando.
Gracias, Isa