OCT90. PÁGINAS DE UN DIARIO, de Paloma Hidalgo Díez
Martes 21
Este bolígrafo verde que papá me ha traído me gusta. Sigue lloviendo. Los del equipo estarán entrenando en el polideportivo. Me duele un poco la cabeza. Hoy empieza la primavera.
Jueves 23
Ayer tocaba quimio, no pude escribir. Hoy está nublado. Han venido a verme los abuelos, el abuelo cada día está más sordo. Están tristes, lo disimulan contándome batallitas. Les quiero mucho.
Viernes 24
Ya tengo compañero de habitación. He perdido el boli verde, pero la doctora me ha dado el suyo esta mañana. Era pelirrojo. Se llama Andrés. A él no le gusta el fútbol, prefiere el baloncesto. He empezado a leer una novela que tiene por protagonista a una rata que se llama Firmin, es diferente, me gusta.
Lunes 27
El sábado tuve muchas visitas. El domingo, papá y mamá con sus mimos y sus besos. Hoy ha venido un hombre divertido. Dice que su cabeza estuvo hace muchos años tan pelona como la nuestra. Ha sacado del bolsillo de su bata tres botones enormes, amarillos, y los ha colgado del techo a diferentes alturas. Parecen estrellas. Cada día va a traer tres botones amarillos, tres estrellas, para que podamos verlas desde la cama.
Paloma, ayer mismo vi una película en antena 3 más triste sobre una niña que tenía cáncer. Me tocó mucho y ahora leyendo lo tuyo más. Es precioso tú relato y especialmente tratando esta maldita enfermedad. Enhorabuena maestra, te deseo mucha suerte en todo lo que escribes, Sotirios.
Sotirios, gracias por comentar. Últimamente, por motivos varios, paso mucho tiempo en hospitales. Quizá eso haya influido en la elección del tema del relato.Los fines de semana veo todavía menos la tele que entre semana…y mira que la veo poco.
Saludos.
Botones amarillos, narices rojas, bolígrafos verdes.Es un relato dramático, pero con la ternura de los niños, enfermos en este caso, pero con la esperanza de que sólo sea un episodio. El pelo crece, y los niños son buenos pacientes.
Te felicito por como lo has llevado y te deseo suerte. Un beso.
p.d.
Cada vez se sabe más sobre enfermedades y en concreto sobre esta cada vez hay más terapias y posibilidades de curación.
¡ Ánimo¡
Gracias por comentar Antonia, por tu valoración del relato y por esa suerte.
Debo explicar, para que no haya más malentendidos que el tiempo que paso en esos hospitales que comento no lo hago en compañía AFORTUNADAMENTE de ninguno de mis hijos. Son esos mismos problemas, pero en mis otros niños, los septuagenarios-y octogenarios-los que me reclaman.
Un abrazo
Me ha encantado tu relato Paloma. Mucho ánimo y suerte. Nuria.
Gracias Nuria.
Un abrazo
Bonito relato. El apunte del otro niño ha quedado confuso, no sé si es un recurso buscado o no.
Suerte, apañera!!
Vidal
Gracias Vidal.
Sí, es un mero compañero impuesto por las circunstancias, no un amigo; esa es justo la idea que quiero trasmitir.
Saludos.
Muy bien escrito, como no podía ser de otra manera. Estos temas me dejan una desolación tan profunda que ni siquiera me atrevo a escribir sobre ellos.
Mucha suerte y un abrazo,
Esperanza, gracias por tus palabras. Hasta hace poco yo también tenía temas tabú que no tocaba por respeto, por miedo a decir algo incorrecto; no sé. Decidí hacer algo al respecto, y este micro es un ejemplo.
Un abrazo grande.
Humm, que dolorcillo, Paloma. Pero qué buena la idea de hacerlo como un diario. Qué triste es cualquier enfermedad, pero si es en un niño, además de tristeza produce una cólera tremenda.
U. A.
Y una impotencia bárbara y un montón de preguntas que no hay quien responda, y una sensación de injusticia tremenda…
Las reflexiones de este diario forman parte de ese cúmulo de sensaciones que me sacuden el alma a mí también Miguelángel.
D.A.
Un escalofrío en el alma, Paloma. No deja indiferente, no…
Un beso.
Muchos, son muchos los escalofríos que me han hecho escribir sobre ello.
Oro para ti, gracias por comentar.
Ese bolígrafo verde seguro que es para escribir esperanzas
Besos.
Qué bonito es tu comentario Ana. Gracias.
Besos
La enfermedad es un lastre de la vida, cuanto más jóven, más tiempo llevas el lastre y eso anuncia que sobrevives. Como deja entrever este relato, la esperanza tiene un nombre de colores y pone botones para que no se escape.
Abrazo. Lines
Gracias saber encontrar que esos botones que abrochan la esperanza a la vida Lines.
Un abrazo
Excelente relato Paloma, quienes vivimos esto sabemos lo que significa, si bien yo aun lo llevo muy fácil, se que es duro cuando las esperanzas se van diluyendo de a poco.
Un abrazo y mucha suerte.
Luis.
Luis, lo primero es desearte que nunca, nunca esas esperanzas se diluyan. Antonia decía más arriba que cada día se descubren más terapias; eso es un aliciente en estas circunstancias.
Lo segundo es agradecerte que valores así mi relato.
Otro abrazo para ti.
Esta enfermedad es una mierda!!! Siento hablar así pero es lo que es, y si es en un niño, en alguien a quien no le toca, más mierda es. Tu micro remueve por dentro de pena y de cólera, de dolor y rabia. Esta bien escrito, y desde el punto de vista de la inocencia infantil, pero en mi provoca rabia por algo que es tremendamente injusto, aunque a estas alturas todos sabemos que justicia es un bien escaso en este tiempo.
Un saludo y perdona el tono de mi comentario, he podido evitarlo pero no he querido, aunque por supuesto nada de lo que he escrito cuestiona la calidad del texto que es del todo incuestionable. Es sólo que este tema me toca, y me toca mal.
Un abrazo Paloma. Suerte en el concurso.
No hay nada que perdonar, es tu opinión y es tan válida como la de cualquiera; lo único que te pido es que no pagues conmigo tu rabia.
He pretendido poner en valor la labor de cientos de personas anónimas que a diario trabajan para mejorar las vidas de los que lo sufren. Les he visto hacerlo, y me han conmovido de tal manera que he decidido escribir sobre este tema. Ni soy la primera ni seré la última.
Te aconsejo que no te dejes llevar por ese dolor y que no hagas juicios de valor sobre situaciones que desconoces.
Ese no es el lugar idóneo para contarte mi vida, pero te garantizo que sé lo que es tener a tu hijo en una cama de hospital- y en una incubadora también- sin saber si va a conseguir salir adelante; por desgracia hay más enfermedades que el cáncer, que por cierto, me toca muy de cerca: mi padre.
Otro para ti Fernando. Y gracias.
Paloma. Por desgracia, no hago juicios de valor sobre cosas que desconozco. Por desgracia el tema del que hablas toca muy cerca a mucha gente.
De todas formas, No me gustaría que malinterpretes mis palabras. No era mi intención pagar contigo mi rabia… Creo que tu micro es bueno, tanto que consigue lo que, los que saben, dicen que ha de conseguir la literatura cuando es buena. Provocar reacciones en el lector. Quizás la mía te ha sorprendido, pero no es mas que la consecuencia de lo que tu texto ha provocado en mi.
Un abrazo.
En una frase de tu comentario «en alguien a quien no le toca» está el origen de mi respuesta; no nos conocemos si no es por nuestra afición a la escritura, por lo que no sabías- ahora ya sabes un poco más-si realmente me tocaba o no. Esos son los juicios de valor a los que yo hago referencia.
Menos mal que las palabras siempre están ahí para ayudarnos cuando son necesarias: gracias por esta aclaración Fernando.
Otro para ti.
Triste experiencia la que se desprende de tu relato Paloma. Me gusta la voz en primera persona de un niño que has utilizado para contarlo, aunque el transfondo y su mirada infantil no venzan ¡lo odioso de esa enfermedad que a tantos y tantos toca tan de cerca!.
Tres estrellas cada día, es una buena idea para iluminar una mirada con esperanza. 😉 Te deseo suerte Paloma, mucha.
Un besote.
Laura, gracias por comentar.
Un beso
Me pone los ojos de cristal, no deseo ponerme tan serio. Sin embargo, anhelo que tu resultado de octubre sea dichoso. Muchos saludos de buena mañana para ti, Paloma. De Juan Pérez.
Juan, qué metáfora tan linda…
Saludos y gracias.
Paloma, la ternura lo envuelve todo. Esta enfermedad necesita mucho de ella. Suerte
Gracias Calamanda, por encontrarla.
Saludos
Paloma, este micro se nos clava directamente en el corazón, no sólo por su fondo -que es durísimo- sino, sobre todo, por su voz. Una voz que has conseguido con maestría.
Un abrazo,
Pedro, gracias por valorarlo así.
Un abrazo
Payasosdelmundo es una organización altruista que arranca las risas de los niños hospitalizados y acelera su recuperación. Yo creo que como parte del tratamiento debería incluirse en el sistema de salud. Es barato, se podría financiar con las dietas de los señores diputados.
Se te caen las lágrimas con iniciativas así.
Paloma, gracias por recordarme esta grandísima labor.
Un abrazo.
No te imaginas cuánto valoro este comentario. Muchísimas gracias.
Además tienes toda la razón en lo de la financiación. Toda.
Un abrazo
Triste, sí, pero también precioso y esperanzador.
Besos
Virgi, en esas páginas de diario, efectivamente, hay muchas dosis de esperanza. Gracias por tu valoración.
Saludos
No sé que más añadir, Paloma. A mí estos relatos y estas situaciones me ponen los pelos de punta.
He tenido un sobrino-nieto en estas condiciones. Y ahí está, sonriendo al mundo.
Un abrazo grande
Eso es, una sonrisa a veces, es el mejor regalo. Gracias por comentar aún con tus pelos de punta.
Un abrazo fuerte para ti también.
Paloma… primero felicitarte por la forma literaria que has elegido para plantear el relato, un diario, retazos de la existencia, realista, sin metáforas, sin recursos literarios pomposos. De esta forma has conseguido verosimilitud y con el narrador protagonista en la voz de un niño nos has llegado (a todos) a lo más hondo del corazón.
Con simples afirmaciones, en apariencia objetivas y hasta «frías», como «era pelirrojo», «pelón», nos das las claves del problema de salud del protagonista infantil (niño, niña???… sólo aludes a que hacía deporte…). Además de la quimio y «me duele la cabeza».
Y el desenlace positivo del payaso que ilumina con sus estrellas el techo es conmovedor y a la vez esperanzador.
Enhorabuena-zorionak otra vez, Paloma!!
Precioso y emotivo ejercicio!!!
Un abrazo
Marta T.
Marta, gracias por tu felicitación. Me la guardo como oro en paño.
Ese desenlace con estrellas amarillas que giran y brillan es como tú bien apuntas, una puerta abierta para que la vida vuelva a demostrar una vez más su fuerza. Y un canto a la esperanza con un niño que vuelve a encontrar diversión en esos tres botones, tres estrellas.
Un abrazo agradecido Marta.
Literariamente, Paloma, me parece un relato impecable, muy en la linea estilistica de Mc Carthy y algunos autores de los tiempos q corren: frases cortas, cargadas de sentido, bien medidas, ritmicas, jugosas cada una de ellas.
Me ha gustado mucho y me ha producido tristeza q se terminase, queria seguir leyendo, de veras!!
Ahora bien, y esto es solo mi punto de vista: este texto NO es un microrrelato. Basicamente NO hay un conflicto central (a menos q llamemos conflicto al propio escenario, al tema en si mismo), NO hay una resolucion, un final…
Pero, insisto, me ha encantado la manera en q retratas la enfermedad del niño y, ojala hubiese una continuacion, pq me encantaria leerla!!! (creo q es una gran idea para un libro o para un relato extenso, de 10-15 paginas, te animo, si no lo has hecho ya, a q lo continues!!!)
Un fuerte abrazo
NACHO RUBIO
Gracias por tu comentario Nacho. Quizás lo haga, eso de seguir escribiendo sobre el tema.
Sin embargo, yo creo que sí es un microrrelato. Con un formato diferente; el conflicto es el propio niño, sus sentimientos ante lo que le pasa. Hay un final colgado en los botones que el hombre «divertido» les brinda: las estrellas siempre se pueden ver en cualquier sitio, si uno quiere verlas. Y el niño, quiere y las ve.
Pero volvemos a lo mismo, es tan solo mi opinión. Creo que es mejor en este caso, hacerlo de esta forma. Hay tantos tipos de finales como personas que escriben, hay finales resolutivos, abiertos, enigmáticos,felices, tristes, duros, conflictivos, cíclicos, resolutivos, evocadores… No sé.
Reitero mi agradecimiento. Y tus consejos.
Otro para ti Nacho, igual de fuerte.
De Paloma a Paloma:
Has tocado un tema tan triste, que quise pasar por tu relato de puntillas, sin pensar mucho en él. La enfermedad y la muerte de los niños es algo contra natura, es el fin del futuro, de la esperanza.
No sé si es un micro al uso, podría ser una historia más larga, pero creo que relatado desde la óptica infantil, como tu lo has hecho, cuenta más en lo que imaginamos que en lo que leemos, y esa es una característica de los micros.
En cualquier caso, has conseguido emocionarnos.
De Paloma a Paloma otra vez,
Ya comenté aguas arriba que estoy intentando vencer mis propios miedos. Es una suerte de terapia.
Gracias por encontrar en estas páginas de diario el micro que he querido escribir, y por emocionarte, y por ir más allá de lo que digo y por comentar y…
Qué diario más bien llevado, Paloma. Su orden caótico nos sitúa enseguida en esa escritura íntima, descuidada, directa. Y el contenido del mismo refuerza esa sensación. Me parece muy original cómo aparecen las tres estrellas en escena.
Por eso y por mucho más: Un micro para ganar.
Besosss
Amparo Martínez Alonso
Siempre es un placer leer tus comentarios Amparo, ¡eres tan detallista!Me gusta descubrir en ellos lo que te inspiran mis palabras; siempre se aprende de lo que los demás son capaces de ver.
Desde muya adentro te agradezco esa valoración.
A+B
Hola Paloma. En la vida nos llegan situaciones duras. Tú aquí haces un retrato precioso de la misma en su radical posición de lo indivudual y lo solitario, pero…, al final está la clave que nos hace vivir: llega ese grupo que te quiere y pareces expresar con mucha sutileza, la definición de la eternidad con esas tres estrellas, es decir el amor es inacabable y se conjuga con la muerte, llegando a superarla.Tal vez eso sea el sentido de lo eterno.
Me ha encantado, ¡¡Enhorabuena!!
Juan Antonio
Muchas gracias por tus palabras Juan Antonio, son pura poesía. Es estupendo ver lo que te sugieren mis tres estrellas, me alegro mucho de que haya gustado.
Saludos
Es un relato triste pero con un final lleno de esperanza y de ganas de vivir. Has narrado muy bien el día a día de la enfermedad en forma de diario, escrito desde la inocencia infantil de alguien que no llega a comprender muy bien todo lo malo que le esta pasando.
Te deseo suerte Paloma, un saludo.
Copio tus palabras, un final lleno de esperanza y ganas de vivir, el mejor modo de interpretarlo. Muchísimas gracias por comentar y por esa suerte,
Saludos
Qué decir de esta enfermedad, cuando toca a los niños doblemente detestable.
Muy bien llevado el tema a través de la voz infantil a modo de diario.
Suerte. Abrazos.
Gracias Yolanda por comentar y por valorar la voz infantil.
Abrazos para ti también.
Tierna y hermosa historia, llena de esperanza. Me gusta especialmente el bolígrafo verde, no sé si es simple juego con el verde y la esperanza o incluye guiño a la novela de Eloy Moreno (El bolígrafo de Gel Verde), que quizá no se Gabriel García Márquez pero a mi me tocó mucho.
A mí también me tocó su nostalgia y la forma en que desgrana su historia, pero si te soy sincera, no pensé en ella. Es el juego entre el verde y la esperanza, nada más.
Muchas gracias por leer, y por comentar más todavía.
Muy lindo relato como conmovedor enternece, un abrazo desde Honduras
Gracias Sandra, desde Alcalá, por venir hasta las páginas de este diario y dejar tu huella en ellas.
Otro para ti.
un tema delicado para escribir,pero se respira mas la dulzura que el drama.muy bonito
Ha sido toda una sorpresa encontrar esos apellidos tan familiares…Un beso, hermanito.
Tristísimo relato. Pero tan real que duele.
Abrazos, muchos.
Otro montón de abrazos parara ti Lola, por venir y por ese fantástico relato que escuché en el podcast de Wonderland.
Gracias.
Ay Paloma, casi se me saltan las lágrimas sintiéndome en la piel de ese pequeño. Qué tierno y que duro a la vez.
Un fuerte abrazo,
Otro de vuelta, cargado de mi agradecimiento.
Menos mal al principio creía que iba a ser un dramón, pero lo has llevado muy bien a un terreno más amable. Muy inteligente.
Gracias Jesús, un comentario estupendo para mi autoestima personal!!
Relato dramático donde los haya, pero con esa naturalidad que sólo los niños pueden dar a la realidad más dura. El texto en forma de diálogo te ha quedado genial y esos tres botones amarillos, estrellas, dan esperanza donde cuesta encontrarla. Un abrazo, me tocado tu relato el corazón.
Qué bueno verte por aquí Mar.
Gracias por comentar y por dejar que mis palabras te lleguen.
Otro para ti.
Una historia triste, que, por ser tan real,me ha emocionado. Cuanta esperanza guardan esas pequeñas criaturas, amor, ilusión y hasta son capaces de observar la belleza en tres grandes botones amarillos y darles el nombre de estrellas. Me encantó tu micro, Paloma. Mucha suerte.
Me alegro Frank de que te guste.
Y más de que hayas encontrado la ternura, la esperanza y la ilusión con que he colgado mis tres estrellas.
Muchas gracias.
🙂
Hola Paloma, me encantó tu relato, muy real, y aunque es duro, pienso que tiene esa ingenuidad tan valiosa en las palabras, escritas por un niño, que lo hace sencillamente maravilloso. Frases cortas, rapidez en las imágenes. Espero tengas mucha suerte. Enhorabuena y un abrazo!
Federico Monroy
Eres muy amable Federico, muchas gracias por comentar el micro.
Las frases cortas y la rapidez son fundamentales para dar vida a mi historia, gracias por valorarlas.
Un abrazo fuerte para ti también.
Me parece que has creado un texto, tierno, cercano y muy real. Muchas felicidades y gracias tu tiempo al acercarte a mi micro.
Gracias por leer y comentar.
Saludos 🙂
Gracias, Paloma, por tu cuento. Un tema delicado, arriesgado y resuelto con elegancia.
Gracias Amparo por leerlo. Y por valorarlo así.
Saludos.
Es fácil llegar al lector tocando la vena sensible y tú lo has hecho espléndidamente con ese registro infantil tan bien llevado y colmado de resignación. Me parece fantástica tu forma de escribir y merecedora de los premios y elogios que te han otorgado, sin embargo, en mi humilde opinión, hay una oración que no encaja gramaticalmente en el lugar que la has puesto «Era pelirrojo» Parece que el pelirrojo era el bolígrafo verde. Creo que el orden debería ser éste:
Ya tengo compañero de habitación. Se llama Andrés. Era pelirrojo.
Al no llevar sujeto explícito, no puedes intercalar otra oración que nada tiene que ver con la anterior.
Perdona mi atrevimiento. Lo he leído varias veces y me ha chocado mucho este lapsus.
Te lo comento con todos mis respetos y sin desmerecer para nada tu relato que me parece muy bueno.
Saludos.
Saray, No es un atrevimiento, es un comentario estupendo.
Te lo explico enseguida. Puse era pelirrojo para evidenciar que por la quimio no tiene pelo, y que en ese momento, para el protagonista de la historia, no lo es. Quien escribe el diario es un niño, que plasma lo que siente tal y como lo siente. Por eso supuse que cambiar el tiempo verbal acentuaría esa circunstancia.
Muchas gracias por leerlo y por comentarlo.
Saludos
Y tomo nota, que se me había olvidado decírtelo.
Paloma, gracias por ser tan receptiva. Creo que no has entendido bien a lo que me refiero. La oración me parece imprescindible igual que el tiempo verbal, ya que está utilizado intencionadamente y el lector se percata enseguida del recurso utilizado. Yo me refería al lugar en el que la has colocado. Cuando una oración carece de sujeto explícito es porque en la anterior ya se ha nombrado.
En tu relato la oración que precede a «Era pelirrojo» es la que habla del bolígrafo y no del compañero de habitación que queda atrás.
El orden sería el que te he propuesto en mi primer comentario. O también ponerle sujeto a la oración: Mi compañero era pelirrojo.
Saludos.
Te entiendo, tienes toda la razón en lo que dices; el que tú propones sería el orden correcto, el que elegiría un profesor de gramática , pero no necesariamente el que escogería este niño.
Situémonos al comienzo de ese párrafo:
Ya tengo compañero de habitación.
Esa es la primera frase; después de escribirla, el niño se da cuenta del cambio de color de la tinta y decide-evidentemente, decido yo -explicarlo. Inmediatamente después, vuelve a la idea con la que ha empezado a escribir ese día, la llegada de un nuevo niño a la habitación; que era pelirrojo, que se llama Andrés y que al contrario que él, prefiere el baloncesto.
Esa primera frase es la que me ha permitido la «licencia» de desordenar las demás; si el lector ya sabe que hay otro niño, encuentra fácilmente el sujeto tácito de la frase *era pelirrojo*.
¡Qué buenos son estos intercambios de ideas!
Más saludos
Por supuesto, que el lector encuentra fácilmente al sujeto. Si esa frase era una acotación existen otros signos de puntuación para indicarlo ( guiones, paréntesis, … ). Mi observación es la propia de una amante del uso correcto del lenguaje. Creo que debemos cuidarlo bajo todos los aspectos: léxicos, sintácticos, ortográficos, literarios, expresivos, …etc.
Estoy completamente de acuerdo en que este intercambio de ideas es sumamente enriquecedor.
¡Saludos, de nuevo!
Unico, para mí, el mejor. Imposible contener la luz en momentos acíagos, oscuros y lo has logrado con esas tres estrellas que sirven para cualquier techo donde pendan enfermedades infantiles. Y bien lo saben quienes sufren…por eso hay cuentos y autores que se leen sin razón, sin reglas, poner la vida y el dolor en palabras necesitan de formas nuevas, por supuesto y lo logras también.
Caramba Belkys, GRACIAS, ese comentario me inyecta una dosis de auotestima que agradezco sinceramente. Hay muchos cuentos buenos, muchas historias interesantes en esta convocatoria, por eso tus palabras me saben a gloria.
Muchas gracias, de nuevo.
Saludos
Me ha gustado mucho tu aportación para este mes Paloma.
Es buena.
Es que hay que reconocerlo, desde una lectura infantil, en la que destaca una cierta desconexión entre los apuntes del diario. Esto le da a uno la impresión de créerselo, de estar leyendo las frases inconexas de un niño. Sin embargo, tiene la fuerza quen le imprimes con tú, claro está, pero dosificas tanto que uno se mete en la historia sin verte.
Tierna, triste y muy digna de volver a estar arriba.
Un beso
Disculpa los errores mi teclado me está dando problemas de frecuencia y hay veces que no me doy cuenta.
«Sin embargo, tiene la fuerza que le imprimes tú, claro está, pero dosificas tanto que uno se mete en la historia sin verte».
Otro comentario directo al depósito de mi autoestima. Generosas palabras las tuyas Enmascarado. Te agradezco esas explicaciones que me permiten saber lo que pasa por la cabeza de quien lo lee.
Me gusta que no me hayas visto, volverme trasparente en este relato era uno de mis objetivos.
Otro para ti.
Ah! y si te sirve de consuelo, el mío también está pidiendo una jubilación anticipada… Estos teclados…
Un abrazo, de nuevo.
Es un relato que llega y escrito como lo haría un niño, wque llega más aun.
Besicos muchos.
Muchas gracias por leerlo.
Oros tantos para ti.
Yo corregiría el orden de las oraciones de este párrafo, tal como está parece que «pelirrojo» se refiere al boli…
«Ya tengo compañero de habitación. He perdido el boli verde, pero la doctora me ha dado el suyo esta mañana. Era pelirrojo. Se llama Andrés. A él no le gusta el fútbol, prefiere el baloncesto.»
Hola Anónimo: Me alegro de que haya alguien más que yo que vea este fallo en el orden de las oraciones. Corregir y admitir un error es de sabios. No es necesario defenderlo justificándolo con toda clase de argumentos.
¡Saludos!