OCT91. MUELLE 25, de Enrique Moreno Martínez
Saqué el paquete de tabaco mientras esperaba. Me puse un cigarrillo en la boca y busqué por los bolsillos el encendedor. No lo encontré. Tiré el cigarro. Total, iba a ser el último que me fumaría en la vida. No sabía si había llegado tarde, o demasiado pronto, o tal vez Muerte era impuntual, no sé, nunca había tenido ninguna cita con ella. Intenté morderme las uñas pero ya me las había comido en mi anterior cita con María. Ella si era impuntual, aunque siempre merecía la pena quedar con ella, siempre acabábamos en la cama y siempre me pedía dinero para volver a casa en taxi. ¿Y si me había confundido de día? Saqué el telegrama que me mandó: “Día 11 de Octubre, a las 22:30, en el muelle 25, acuda con traje oscuro. Muerte”. Tan solo pasaban unos minutos de la hora. Empecé a pensar que se había olvidado de mí, que no iba a acudir a la cita, que me había dejado plantado, y si aparecía le diría que era una impresentable, que me iba para casa. Y así hice, me fui para casa, pero dejé mi cuerpo allí, tirado en el muelle.
Mal asunto merodear por los muelles.Al menos escapó tu alma.
Suerte y abrazos.
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Escapar de la muerte es lo mejor que le puede pasar a uno.
Un saludo
Tiene un toque distinto este micro, como de «me da igual todo». Desde luego está genial escrito y tramado. Y el final, de diez.
Un abrazo.
Gracias Susana por comentar. A este personaje le da igual todo, incluso ir a una cita con la muerte.
Un saludo
Me gustó tu historia,eso de recibir un telegrama con una cita con ella, es original, y la culminación con ese cuerpo en el muelle es demoledor.
Muy original la trama y el desenlace.
Un saludo
Puri
Gracias Puri por comentar. El telegrama debe de ser algo simbólico. Tal vez no era ese el texto, aunque sabía que al ir se encontraría con la muerte
Un saludo