OCT95. LA GOTA, de Mercedes Solsona Guillén
Tengo que hacerlo, no atino a encontrar alternativa, debo abandonar la casa y encontrar alivio. La merma cotidiana e inevitable ha deshilachado nuestras palabras hasta relegarlas al más feroz de los silencios, azuzando la recreación de una vida en la indigencia emocional más absoluta. Tú me sonríes. Yo te sonrío. Nosotros, no logramos miramos…
Es tanta la carga de lo diario que, el cansancio ha perfilado nuestros rostros en una quimera perpetua y hoy, hoy necesito detenerme y reflexionar sobre mi hambre de vida.
Nuestros caminos han llegado a un callejón ciego, mudo y sordo en el que poder esconder en cada pliegue de nuestros sentimientos lo más auténtico.
Ya no puedo seguir mintiéndome con delicadeza, sangrando lentamente; siento la necesidad de alzar la mirada y carearme con la coherencia más íntima, solicito a mi mediocridad dejar de sentirme como un hotel de tres estrellas: discreto, funcional, accesible y sin demasiadas pretensiones. Codicio autonomía para apasionarme, pretendo recuperar las riendas de mi conciencia y dejarte ir, al tiempo que, quiero irme, hilvanar mis soledades en un vaivén de honestidad. La cuenta de nuestro matrimonio, está saldada
Precioso texto. Describes perfectamente lo que puede ser una relación cansada, triste,sin pasión… utilizando las palabras adecuadas, el lenguaje sincero y sin causar dolor. Me ha encantado tu relato, y sobre todo porque aunque sea una historia triste terminas de manera positiva, intentando como siempre, apasionarte por la vida!!!
Mercedes, una reflexión que llegas a comparar (de forma magistral y muy original) con el hotel de tres estrellas. Me ha encantado ese monólogo irónico que desarrolla la protagonista.
Un abrazo.
Amparo Martínez Alonso.
Muchíiiiiisimas gracias Amparo. Me encanta que te guste… Un abrazo también para ti.
Una gota fría que cala, y moja, como un auténtico chaparrón…Me gustó mucho leerte.
Saludos
Paloma Hidalgo
Gracias Paloma. Sí, es como una gota fría y demasiado cotidiana.
Una relación agotada, como tantas otras, y perfectamente contada…
No es más que ficción, pero con una realidad demasiado cotidiana. Gracias Al Ber
Mercedes, te felicito por el modo en el que has hilvanado el texto con el tema propuesto. Tu relato expone una realidad a la que mucha gente no se atreve a enfrentarse.
Felicidades y mucha suerte.
Un abrazo.
Muchas gracias Yolanda por tus palabras. He intentado contar un estado de ánimo, un sentimiento.
Un beso gordo.