88. Opciones
–»…Y fueron felices y comieron perdices».
–Pero, ¿y si uno de ellos fuera vegetariano?
–Pues, «fueron felices y comieron…».
–¡Espera! ¿Y si, por exceso de peso, hicieran dieta? No podrían estar comiendo cada vez que termina el cuento.
–Vale, como alternativa diremos «fueron felices y brindaron por ello».
–Entonces acabarán en Alcohólicos Anónimos.
–Caramba. Lo cambiaremos por «fueron felices y lanzaron confeti».
–Anda, y así gastamos mucho papel y deforestamos el planeta.
–»Fueron felices y sonrieron muy fuerte».
–Se llenarán de arrugas pronto.
–Lo voy a dejar en «Y fueron felices».
–¿Y ya está? Un poco triste, ¿no?
–Mira, vamos a finalizar la historia con «Colorín, colorado…».
–¿Y si no les gusta el color rojo?
Puritito mundo del siglo XXI. Retratas en un diálogo maravilloso esa piel tan fina que, en ocasiones, nos impide ver o conseguir la felicidad. Sí, piel fina, antiguamente tiquismiquis o cosas más sonoras que nos rasgan la piel ;-). Suerte, Carme. Y, hablando de felicidad, feliz año nuevo. Abrazos.
Si es que ya no les dejan ser felices! (lo de comer perdices… pues que cada uno coma lo que quiera, no?)
Hoy en día hay mucho tiquismiquis, cierto.
Muchas gracias, Rafael, por tu comentario. Y feliz año!!
Carme.
Es de suponer que eso de no decir nada alegremente va asociado a la evolución. Nadie discute la conveniencia de cuidar el lenguaje y, con él, el planeta y el propio cuerpo. Lo que sucede con un exceso de corrección es que todo termina por quedar demasiado insulso, cuando no triste. Y vuelta a empezar, porque a todo se le puede dar vueltas y meter tijera.
Un relato propio de estos tiempos que nos toca vivir, una llamada a la espontaneidad, asociada siempre a la felicidad.
Un abrazo y suerte, Carme.
Feliz año también
Ya es verdad que a veces el exceso de correción puede dejarlo todo insulso, como dices. Se trata de acabar el cuento felices – y hoy en día se revisa qué mensajes se envían en todo momento, especialmente en lo que llega a los niños (aunque luego hay padres que les dan el móvil y miran de todo sin filtro alguno…)
Muchas gracias por pasarte por el relato y dejar tu comentario, Ángel.
Feliz año también para ti.
Carme.
M.Carme, qué bueno.
Has retrato con naturalidad algo que nos ocurre muy a menudo,que igual hacemos como rutina, o ni nos damos cuenta.
Suerte y saludos.
feliz 2022¡¡¡
Muchas gracias, Calamanda, por pasarte a dejar tu comentario.
Celebro que te haya gustado.
Feliz año nuevo para ti también!
Un abrazo.
Carme.