72. OSCURO AMANECER
La caja de lápices, con los que ella pintaba cada mañana, había desaparecido y eso que la tenía bien escondida. Pero no estaba, tal vez la encontraron en el último registro. De nada había servido envolverla en una bolsa de plástico y meterla en el interior de la cisterna. Ya la avisaron: “Si no dejas de emborronar las paredes con esos dibujos, te quitaremos los colores”.
Desde que la encerraron allí, aquellas pinturas habían sido su luz, su libertad. Ahora, además de la soledad, su única compañía sería la oscuridad, ya que no podría dibujar más amaneceres al despertar.
About Post Author
Ojalá que con su imaginación y sus recuerdos consiga sobrellevar ese castigo tan cruel que supone para cualquiera el desamparo recubierto de tinieblas. Aun en su tristeza, enhorabuena por este relato, Javier. Suerte y un abrazo.
Jesús, muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Bonito relato. Qué peor castigo que privar de libertad y encima sin poder dibujar su luz y escapatoria mental.
Suerte
Blanca, muchas gracias por tu comentario. Sí, ya no puede dibujar amaneceres.
Un abrazo.
Hola, Javier.
Un gran relato, tirando a hiperbreve del registro carcelario, supongo, o lo mismo se encuentra la pobre en un manicomio (eso de la oscuridad…) Parece mejor cuadrar lo primero, pero tanto da, qué le quieres. Hay gente gustosa de añadir daño al daño. Así no se puede. Y enhorabuenísima por tu final en Abogados, empeño nada pero que nada fácil. El micro, como el presente, es de ensueño. Un abrazote.
Martín, muchas gracias por tu comentario. Mi relato está ambientado en la cárcel, la oscuridad es por la poca luz en su celda y porque ella pintaba amaneceres cada mañana que le iluminaban el día y el alma.
Gracias por lo de «Abogados», fue una alegría enorme cuando me comunicaron que era el ganador del mes de septiembre, no me lo creía. Estoy muy feliz y contento por ese relato, gracias.
Un abrazo.
Javier, un relato lleno de contrastes, amaneceres y ausencia de libertad. Si a eso le añadimos la oscuridad, es la peor condena.
Muy bueno. Te deseo muchísima suerte.
Besos apretados.
Muchas gracias, Pilar, por tu comentario.
Tienes razón a la falta de libertad se le añade esa falta de poder iluminar sus mañanas.
Un besazo.
Precioso y triste micro. Eliminar esa última vía de escape en esa situación tan terrible es de una crueldad sin límites. Te doy también la enhorabuena por esa victoria en Microrrelatos de Abogados. Disfrútala. Un beso enorme. Gloria
Gloria, muchas gracias por tu comentario y por tu felicitación.
Besos.
La condena de la artista, su encierro y su falta de luz, solo contaba con el alivio de pintar los amaneceres. Pero la crueldad humana puede llegar muy lejos: ahora la han privado de su medio de expresión artística, su único refugio.
Me ha recordado tu relato al Romance del prisionero, encerrado a oscuras en una primavera desbordante de belleza y de amor.
Enhorabuena por tu éxito en los Microrrelatos de Abogados. Y felicidades por este bello y simbólico micro.
Mucha suerte y un beso.
Carmen, muchas gracias por tu comentario. Dibujar amaneceres es lo único que le daba felicidad en su encierro. La crueldad llevada a su máximo nivel.
Gracias por la felicitación de Abogados.
Un beso enorme.
La maldad y hasta la envidia humana, no se conforma con la condena del cuerpo, quiere condenar también el alma, arrebatarle, ese don del que no se puede adueñar. Tu triste relato es sin embargo muy verídico, pues a lo largo de la historia estos actos se han llevado a cabo una y otra vez, con cualquier tipo de arte o saber que diferenciaba al portador de los demás, situándolo en una categoría que desbarataba los esquemas de los otros, por imprevisible.
No solo es un texto, Javier, es como un ajuste de cuentas histórico, como un devolver al arte lo que es del arte: la libertad.
Sobra decir que me ha gustado mucho, pero te lo digo, porque quiero felicitarte.
Un abrazo.
Manoli, muchísimas gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado el relato. Lo has diseccionado perfectamente, gracias.
Un beso.
Javier, dura situacion solo atenuada por esa aficionque le daba sentido a su vida. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda, por tu comentario.
Un abrazo.
¡Pobre mujer! (Yo la veo en una residencia de ancianos). Y ahí va la pregunta del millón, ¿tan difícil era haberle regalado un bloc para dibujar?
Un micro cargado de tristeza y mucha impotencia.
Un abrazo y suerte.
Rosy, muchas gracias por tu comentario. Sí, también es posible que mi protagonista fuese una anciana en una residencia, me gusta la idea.
Un abrazo.