16. Otoño (La Marca Amarilla)
Dedicado a Modes Lobato Marcos, con todos mis radios intactos.
En ocasiones, cuando transita por aquellas tardes en que el aire pesa más que de costumbre, baja al garaje para contemplar su ajada bicicleta y mirar por el retrovisor (“ahora ya no llevan” piensa), y siempre –siempre– la ve detrás de él, melena al viento.
Joder…..
…plas,plas,plas, Marca.
Gracias, Eva!! 😉
Besos!
Acabas de romperme en mil pedazos, Miguel Ángel.
Acabas de regalarnos la historia más nostálgica, tierna, amarga y esperanzadora de todo el mes.
¿Sabes?
Hoy me apetece pensar que ella, la preciosa muchacha de quince años a la que llevaba en el asiento de atrás, regresará del parque con su hijo pequeño, porque, bueno, porque se casaron y su amor de juventud sigue firme como el primer día.
Hoy quiero pensar que los milagros existen.
De corazón, amigo Marca, infinitas gracias por este regalo.
Ya me has convertido en ganador.
VIVAN LOS MICROLUNATICOS, REDIOS!!!
QUÉ VIVAN!!!! jejejeje
Bueno, Modes…. este es un pequeño homenaje porque se que te gustó la historia desde que la leíste… Y ahí se quedó, en el garaje.
Ahora la he desempolvado por ti!! 😉
Un saludo!
Modes, pues claro que los milagros existen!!!
Jejejeje
Excelentísimo, amigo Marca. Podría decir tantas cosas que no sé que decir. Yo no sé que relatos saldrán seleccionados, pero esté el tuyo o no bien, se lo merece. Enhorabuena y gracias.
Abracísimos microlunatiquísimos.
Gracias, Barlon!! 😉
No digas nada más de lo que ya has dicho!!
Nos vemos entre los finalistas! jejejeje
Un abrazo microlunático!!
Marca, desde el título hasta esa melena al viento, tu relato me emociona. Esa añoranza de la adolescencia, de un primer amor… Todo cabe en el retrovisor de una bicicleta si tú te lo propones.
Me ha encantado, compañero, y te deseo lo mejor.
Achuchones microlunáticos.
Achuchones para ti, Lola!!! Gracias por tus palabras!!!
Yo también te deseo, lo mejor. 😉
Es cierto, las bicis de ahora ya no llevan, pero yo he llegado a montar en esas bicis BH que sí llevaban. Está claro que con esta consigna está apareciendo la nostalgia de una época perdida: nuestra infancia.
Gracias por tus palabras, Lorenzo!!! 😉
Mi BH también llevaba, qué recuerdos! jejeje
Un saludo!!
Es verdad Marca, tampoco creo que hay melenas al viento. Buen relato.
Un abrazo y suerte
Gracias Moli!!
Cada vez menos pelo… jejejeje
Un saludo! 😉
Un objeto que, pese a estar ajado por el paso de los años y el abandono, alberga un gran valor sentimental para su dueño. Conmovedor ese «siempre» que atinadamente recalcas. Seguro que ella, donde quiera que esté, ni imagina que alguien la sigue queriendo tanto, con semejante constancia y fidelidad.
Es difícil que un párrafo pueda albergar mayor intensidad.
Suerte y un abrazo, campeón
Gracias por tus palabras, Ángel, campeón!!
Siempre, es cierto!! Al menos hasta que la memoria y los sentimientos nos duren!!
Un saludo!!! 😉
No hacen falta más palabras, has empleado las precisas para expresar un gran sentimiento retenido en un simple retrovisor de bicicleta. Has conseguido que vea esa melena al viento e incluso que sienta esa brisa.
Magnifico Marca. Un beso de los grandes.
Otro beso para ti, MªBelén!!
Muchas gracias por tus palabras!! 😉
Un saludo!
Qué jodido es el otoño, pero al menos todavía puede ver por el retrovisor. El invierno será peor.
Me encanta.
Pues si, Edita, será peor!
Gracias por tus palabras!! 😉
Un saludo!!
Buen relato nostalgico, incluso el título.
Gracias, Blanca!!!
Aiiiiinsss, el otoño!! 😉
Un saludo!
Con pocas palabras has descrito toda una gran evocación. Genial
Gracias por tus palabras, Paloma!!!
Un saludo! 😉
Me encanta. Corto y sublime. Dichosos el señor M.L.M.
Feliz verano.
Dichoso!!! jajaja
Gracias, María!!!
Feliz verano!!! 😉
Miguel Ángel, con pocas palabras nos dejas una gran historia. Suerte y saludos
Gracias por tus palabras, Calamanda!!! 😉
Un saludo!
¡Precioso! Qué pocas palabras has necesitado para contarnos toda una romántica historia. Bueno, yo quiero pensar q
Vale, se me escapan los comentarios. jajaja, sigo por donde iba, yo quiero pensar que era romántica. No me saques de la duda si no es así Miguel Angel. Mucha suerte con él.
Siiiiiiiii, Yashira!!
Era romántica!! jejeje
Gracias por tu comentario!
Un saludo! 😉
Me quito el sombrero y hago reverencia. Un gran relato, sencillo y conmovedor. Felicidades, Miguel Ángel.
No, mujer, no hace falta!!! jajaja
Gracias por tus palabras, Belén!!
Un saludo! 😉
Cuentito muy tierno. Seguro que es así, Los espejos traen el pasado.suerte a fin mes
Gracias por tus palabras, Javier, las valoro mucho!!! 😉
Un saludo!!
Vaya, Marca, que relato tan visual y a la vez tan interior. Me ha encantado, está llevado magistralmente.
El título perfecto.
Abrazos y felicidades
Javier, muchas gracias!!!
Me alegro de que te gustara!!! 😉
Un saludo!
Qué envidia del Modes, un micro muy tierno.
Suerte.
Abrazo
Rosy, todos envidiamos a Modes por una cosa u otra!! jajaja
Gracias por tu comentario!! 😉
Un saludo!
Bueno, no se…. yo estoy triste… También le dediqué uno a Modes y se ve que no le gustó….
Este tuyo mola mucho. Es cierto lo de que las bicis de ahora no llevan, no me había dado cuenta. Pues es un fallo grande, no??
Beso.
Pues no se, auro! Este Modes es imprevisible!!
Gracias por tu comentario!!! 😉
Un saludo!
Ana, gracias por tu comentario! Lo valoro muchísimo!!
Un saludo!! 😉
Logrado final, para un recuerdo obsesivo.
Me ha gustado.
Suerte, Miguel Angel
Gracias por tus palabras, María Jesús!!
Recuerdo obsesivo, sí … jejeje
Un saludo! 😉
Recuerdos que el tiempo podría borrar, pero allí está ella cumpliendo su papel de nexo de las emociones. Nostálgico y entrañable. Muy bueno. Abrazos y feliz verano.
Feliz verano, Salvador!!!
Gracias por tu comentario!!! 😉
Un saludo!
No se puede decir más en tan pocas palabras. Una historia grande llena de sentimientos.
Precioso.
Abrazos
Muchas gracias por tus bonitas palabras, Asunción!!
Un saludo!!! 😉