124. PARALELO PUNTO CERO
Salió de la habitación con los ojos rojos, sucio y desmejorado tras no sabía cuanto tiempo encerrado para concluir “La mujer herida”. Y por fin lo había conseguido.
Quería compartir la buena noticia, pero el silencio de su olor ausente tenía la intensidad sonora del portazo de Julia en la página 203.
Un escritor hace un esfuerzo supremo por terminar su novela, parece abandonarlo todo en ese empeño, también la atención debida a su compañera, personaje central de una obra que coincide con su realidad.
Un relato breve e intenso. Con tres líneas finales que sintetizan muy bien sensaciones y hechos.
Un abrazo, Javier. Suerte
javier, bueno y breve, en este caso. Suerte y saludos