62. PERMANECER
María, en el último mensaje a sus hermanas, les decía que creía, pensaba, deseaba y añoraba no morir del todo cuando su corazón dejara de latir.
En esa nota les explicaba sus más profundas creencias. No eran otras que la esperanza de que seamos un todo integrado por cuerpo y espíritu.
Y aunque su envoltorio se apagase, esperaba que ese espíritu, esos 21 gramos de alma, se escaparan y pasaran a formar parte del Universo.
Eso sí, les contaba que no sabía si emigraría al cielo; si se reencarnaría en otros seres vivos; si marcharía hacia las estrellas o permanecería aquí, mientras los que la habían conocido mantuvieran su imagen en la memoria.
Pero sus escasos conocimientos científicos le hacían dudar. Se empeñaban en que creyera que todo acabaría cuando abandonara este mundo, al convertirse en ceniza, que alimentaría al resto de seres vivientes.
De momento, les escribía, mientras continuase viva intentaría que no sufrieran por ella aquellos que la querían.
Deseaba acercar posturas con quienes había mantenido distancias y sobre todo, pretendía disfrutar de la vida, exprimiéndola hasta su última gota.
Ellas, sabias y amorosas, le contestaron:
«Sigue luchando. Lo inevitable vendrá solo. Procura ser feliz. Siempre estaremos contigo».
Algo quedará de nosotros cuando el envoltorio pierda su función. Los 21 gramos de alma tienen que tener algún destino, diferente, otra cosa, pero la nada no tendría sentido. Hasta que ese momento llegue, acercar posturas y exprimir cada gota de vida es el objetivo, nunca dejarse vencer.
Una filosofía que deberíamos aplicarnos todos. Un modelo de vida envidiable.
Un abrazo grande, Gloria. Suerte.
Muchas gracias, querido Ángel siempre por tus amables palabras, llenas de cariño, comprensión y acierto. Quiero verte en la presentación de tu libro.¡Será un éxito total! Un fuerte abrazo.
Probablemente nunca se muere del todo , como no se vive del todo. Siempre quedan cosas sin hacer, partes de uno que no terminana de morir y en esa ambigüedad nos movemos, dudamos y vivmos. Lo de la muerte ya se verá. Suerte, abrazos Gloria
Muchas gracias, Manuel. Es verdad nunca sabemos si vivimos o morimos del todo. Es algo que nunca sabremos. Muchísimas gracias por tus palabras. Un abrazo enorme. Gloria
Escasos conocimientos científicos los míos también, por lo que no puedo afirmar ni negar nada de lo que dices en tu micro, pero comparto con tu protagonista esa esperanza de perdurar, de seguir con los seres amados un poquito más aunque sea en otro envoltorio no terrenal, diferente, quién sabe si mejor.
Sabias y reconfortantes palabras, Gloria. Mucha suerte con el micro y con tu transitar por los caminos de la vida, confío en que en alguno de ellos nos volvamos a tropezar.
Un besazo fuerte, fuerte.
Gracias, querida Ana María. Sí, tienes razón. Todo el mundo quiere perdurar, seguir presente, al menos entre los suyos un poco más lejos de la vida.Ojalá volvamos a vernos en algún camino. Un abrazo inmenso.
Gloria, no se me ocurre un mejor título que el que has elegido, «Permanecer», ¡magnífico!
Bien cierto, hay que exprimir hasta la última gota y, sobre todo, disfrutarla y sentirla.
¡Encantada de leerte, un abrazo enorme!
Gracias, Aurora. Eso es lo que todos deseamos, permanecer de algún modo, aunque sea solo en la memoria de los nuestros. Las demás opciones son sobre todo religiosas en ese deseo tan humano por trascender más allá de la muerte. Gracias por tus palabras. Un abrazo inmenso. Gloria
Gloria, un relato emotivo. Nos presentas a María, un personaje bondadoso que difícilmente olvidarán sus seres queridos y las personas que llegaron a conocerla.
Como ya sabes, mientras exista el recuerdo no se muere del todo.
El título es perfecto.
Un abrazo
Muchísimas gracias, Pilar. Ojalá suceda así, deje un buen recuerdo y así permanezca junto a ellos acompañándolos aunque sea en la lejanía. Un abrazo inmenso. Gloria
Los seres buenos no se van del todo, su esencia permanece en quienes los quisieron que no les dejan irse del todo.
Fuerte abrazo, Gloria.
En justicia así debiera ser. Espero que en este caso se cumpla y que ese recuerdo permanezca mientras tengan memoria. Un fuerte e inmenso abrazo, Yolanda
Yo creo que todos queremos permanecer de alguna forma. Parece que no nos rendimos ante la idea de desaparecer, así sin más. Y considero que nuestros seres queridos ausentes continúan con nosotros si los recordamos con amor tal como eran. Saludos!
Yo también pienso lo mismo, Mary Paz. Mi hermano murió hace casi veinte años y para mi sigue presente en mi pensamiento y en mi alma. Nunca lo olvidaré y así me gustaría que ocurriera con aquellos que han pasado por mi vida, cuando ya no esté. Que se acuerden de mí con una sonrisa. Un fuerte abrazo. Gloria
Preciosa idea la de permanecer tras la muerte formando parte del Universo. Quizá hayamos estado en él desde siempre, y quién sabe si con más noción de la realidad de la que tenemos con este formato. Nadie puede negar nuestra continuidad: en los hijos como mínimo —diluyéndonos en cada generación como aquellas lágrimas en la lluvia, pero manifestándonos también en ellos de mil formas—, y en esa energía propia, que nunca se destruye y que a saber en qué se acaba transformando. Deseo todo lo mejor a tu protagonista en ese deseo, tan entrañable, de evitar el sufrimiento ajeno, de poner orden emocional en sus relaciones y de disfrutar al máximo de cada momento, y me alegro mucho de que tenga tantos seres queridos que la quieran. Aprovecho para mandarte un abrazo con toda la energía de la que soy capaz. Muchos besos, querida Gloria.
Queridísimo amigo. Tus palabras expresan todas mis convicciones. Creo en esa idea de permanecer de alguna manera en este Universo increíble, aunque sea transformándonos como sucede la energía. Y como tú dices, aquellos que tenemos hijos, permanecenos de alguna manera, a través de nuestro ADN que tan presente está en ellos. Recibe otro abrazo infinito, con toda la fuerza de que soy capaz. Un abrazo inmenso. Gloria
Querida Gloria,
Mantienes una mente y un pensamiento claro que has expresado de forma tan precisa y transparente que estoy segura de que eres tú quien está ayudando a los tuyos a seguir luchando.
Por supuesto que no se muere del todo, creas o no creas en dios o en el más allá, porque seguirán recordándonos nuestros amigos y familiares; y por supuesto que permanecerán nuestros genes por ahí esparcidos.
Estaba deseando de leerte y me ha encantado lo que nos has contado, abriéndote en canal y dejándonos entrar.
Un abrazo. Nos leemos.
Querida compañera de letras. Esta forma de pensar me está ayudando a aceptar mi destino. Saber que permaneceré en sus recuerdos, espero que de forma positiva, me ayuda a la hora de la despedida a saber desprenderme de aquellos a los que tanto amo, porque eso, te lo aseguro, es lo más difícil. Cuídate mucho y sigue dejándonos tus preciosas historias, que seguiré leyendo, Cristina. Un abrazo infinito. Gloria
Hola, Gloria. Aparte de quienes se abrazan a las respuestas que puede dar la religión, sabemos muy poco de lo que viene después. Solo tenemos dos certezas: que seguiremos vivos para quienes nos quieren y que mientras tanto tenemos que aprovechar la vida al máximo y esto muchas veces lo olvidamos y perdemos el tiempo como si fuésemos a vivir para siempre. Deberíamos enmarcar la última frase de tu relato y leerla todos los días.
Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias estimado Jorge. Tienes razón con los millones de hombres y mujeres que han habitado este planeta a lo largo de los siglos, estas son de las escasas certezas que tenemos. Esperemos no perder el tiempo en tonterías y recordemos que la vida es efímera y debemos aprovecharla. Un fuerte abrazo
Un poco antes o un poco después todos vamos a ser María y posiblemente anhelemos cosas muy parecidas. Me encanta la idea de «permanecer» formando parte de un todo en el universo. Pero mientras, como bien dice María, aprovechar cada momento hasta el final. Un micro muy emotivo, de los que calan hondo. Eres todo un ejemplo a seguir, Gloria. Suerte, ánimo y un beso enorme.
Gracias, muchísimas gracias querida Juana. Me encanta que te guste esta idea de permanecer en el Universo. Espero que en las noches estrelladas, cuando me haya ido, descubras una estrella nueva y brillante. Quizás sea mi espíritu que te desea toda la felicidad del mundo. Un abrazo infinito. Gloria
Un relato con buenos consejos: «disfrutar de la vida, exprimiéndola», «Sigue luchando», «Procura ser feliz».
Y a las esperanzas de María, yo añadiría una certeza que no pueden discutirnos los científicos: el espíritu de María también está ya entre sus hermanas y amigos, pues ella lo transmite en cada abrazo, en cada vivencia y en cada emoción compartida. No sé si serán 21 gramos, pero ahí va a «permanecer» María por mucho tiempo.
Un agrazo grande, luchadora.
Carme.
Gracias preciosa Carme. Eso espero. Al menos va a poner en práctica. Un abrazo inmenso.Gloria
Querido Juan, siempre logras sorprenderme y en este caso también consigues hacerme enrojecer con tus exagerados elogios. Yo, la verdad, a pesar de estar cercana a ese final, todavía no sé si creo en un Dios cristiano. Sé, eso sí, que las iglesias y los cementerios me transmiten paz. Por otro lado,también deseo que nuestro final no ocurra en el instante en que se muera nuestro cuerpo. Quiero creer que nuestra alma, nuestro espíritu, nuestro pensamiento trasciende de alguna manera. Y quizás debe de quedar vagando o tal vez se transforma de algún modo, porque sino nuestra existencia no tendría sentido. Me encanta tu manera de escribir tan diferente, siempre aportando esa gran sabiduría. Recibe un abrazo igual de inmenso que tú, querido compañero de letras. Gloria