29. PERRO FIEL
Salió del bar escupiendo un resto de panchitos que se le había quedado entre los dientes; se rascó los huevos separando las piernas, presumiblemente para colocarse bien lo que cualquiera podría imaginar unos calzoncillos y se fue pensando en el escote de la modelo que, colgada en un póster, anunciaba una marca de cerveza. Alzó la solapa de la raída chaqueta de cuero y se dejó llevar arrastrado por la ventisca hasta un lóbrego callejón. La imagen del botellín derramándose entre las grandes tetas de la chica le había puesto cachondo, así que escondido tras unos contenedores, se desabrochó los pantalones y comenzó a meneársela. Al cabo de varios minutos, poseído por el éxtasis anestesiante del sexo y ajeno por tanto al frío que pelaba en aquellos momentos, eyaculó una buena cantidad de semen caliente, que cayó sobre el lecho helado que cubría el suelo. Se abrochó los pantalones y se largó sin darse cuenta que un chucho se quedó lamiendo goloso el líquido espeso y que agradecido como un perro fiel, siguió sigiloso tras su rastro por la nieve.
Ana, cuanta fuerza en imagenes tiene tu cuento. Se visualizan sus acciones hasta poderlas ver claramente. Suerte y saludos
Coincido con Calamanda. ¡Expresividad al 100%!
Saludos
Si este relato no es de los seleccionados, por lo menos debe estar entre los mencionados del mes. De lo mejor.
Saludos.
Excelente fuerza descriptiva. Magnífico.
¡Enhorabuena, Ana!.
Gracias Calamanda, Izaskun, Beto y Rafa. Este mes me apetecía cambiar de registro. Un abrazo a todos.
Hola, Ana.
Pues sí que has cambiado de registro. A mí ya el tipo me pareció un cochino cuando salió escupiendo los cacahuetes… Así que no me sorprende nada de lo que siguió. Me ha hecho reir eso de rascarse los huevos separando las piernas; menudo cerdo, insisto, y reivindico que se castigue ese tipo de actos, jajajaja.
Me gustó, precisamente por lo diferente.
Besos, Ana.
Jajaja me apunto a tu reivindicación Towanda. Un beso.
Este mes me ha poseído Bukowski ;P
Ya lo creo, eres su reencarnación.
Ana, cinematográfico y expresivo. Mi mente ha divagado y le ha puesto la cara de Torrente. Muy buen relato. Abrazos.
La verdad es que no le había puesto cara y ahora que lo dices me parece un calco. Gracias por pasar, un saludo.
Es muy fuerte tu relato. Coincido con los comentarios anteriores que es muy expresivo y visual, pero me ocurre como a Ana U., el final con el perro me ha puesto la carne de gallina, claro que supongo era lo que tú pretendias, encaminar el relato, hasta el impacto final. Has descrito al personaje tan bien, que lo imaginas como esos tantos que dan asco. Suerte.
Besicos muchos.
Gracias Nani, me encanta porque el objetivo del micro es producir asco, repugnancia y parece que lo he conseguido. Un besote.
Jajaja, Anita ¡pero si el final es el culmen de este micro sórdido y asqueroso como él solo! Y el objetivo se ha cumplido… Gracias por pasar, un abrazo.
La fuerza de este relato es, precisamente, su fuerza descriptiva, que no deja indiferente. Letras valientes y sin tapujos, que retratan a un sujeto impresentable, que ya quisiera el famoso Torrente del cine. Suerte y un saludo.
Gracias Angel por pasar y comentar. Saludos.
Pues sí, lo del perro es determinante. Underground total. Fíjate que lo que ocurre es que me lleva visualmente más a Norteamércia que a España, pero es lo que veo al leerlo por el tipo solitario, lo del callejón el toque Bukowski. Que puede suceder aquí pero que me ha llevao más a los yanquis. Suerte.
Gracias Pablo por tu comentario. En realidad este tipo es apátrida, se puede encontrar en cualquier «basurero» del mundo, pero la sombra de Bukowski es alargada y fácilmente le otorga nacionalidad. Saludos.
Pues yo, Ana que quieres que te diga, me ha traído recuerdos del pueblo, cuando estas cosas eran más naturales, cuando íbamos al campo la muchachada y no había problemas, no era tan onanista la cosa como hoy día.
Los poster de la época, que buenos eran los de los talleres de coches y los que llevaban los camiones.
Sutil Ana, sigue así.
Un beso
Gracias Epífisis, me alegra que te haya gustado y que haya traído a tu memoria momentos felices… Jajaja, no me negarás que aquellos pósters eran la quintaesencia del reino de Onán. Un abrazo.
No te lo negaré, no.
Esos tipos, pese a todo, tienen quien los siga. Menudo personaje has creado, Ana.
Un saludo
JM
En realidad no hace nada malo, por eso tiene perro que le ladre o … Gracias por pasar Juan Manuel. Un abrazo.
Que Bueno.durante todo el relato estas viendo todo lo que cuentas, vaya tipo y pobre perro puagf!. Cochino e impactante.
Felicidades !
Un beso
Gracias Esther, lo mejor de escribir es despertar en el lector algún tipo de sentimiento o sensación, aunque sea de asco. Un beso.
Efectivamente Esther, tu relato es una secuencia de una buena película, mejor en blanco y negro, en la que el prota está solo, después de haber estado solo toda su anterior vida. De los que molesta, me encanta.
Gracias Marcos, me gusta mucho que te encante. Mi objetivo es hacer saltar algún resorte en el lector, y creo que lo he conseguido. Un saludo.
Ana, te felicito has conseguido tu objetivo. Estoy viendo al personaje, son elocuentes tus palabras y descripciones.
Enhorabuena.
Suerte y besos
Muchas gracias María Elena, un beso también para tí.
Ay que mala suerte, acababa de probar una tortilla de patata que me ha salido riquísima, y se me ha revuelto un poquito, con la imagen de este señor.
Y el perro? por favor, en fin no quiero pensarlo mas!
Pero felicidades de todos modos, como ves es un relato totalmente visual.
Abrazos
Jajajaja lo siento mucho Asun, pero la literatura es lo que tiene… De todas formas esa tortilla cuando se enfríe un poco y esté consistente, no tendrá nada que ver con el mal recuerdo… Un abrazo.
Cualquier día vemos la escena en alguna película jajajaja, y os acordaréis de mí. Besos también para tí… Totalmente castos.
Qué buena y divertida escena, Ana. El detalle del perro es genial, pero que al final le siga para ser su compañero es magnífico. Muy buen título también.
Suerte y saludos.