122. Personaje invasivo
El premio al escritor revelación había dado un vuelco a su vida. Aquella novela le había abierto las puertas de las editoriales y del corazón de Marta, casi simultáneamente. Las primeras estaban sorprendidas con los índices de ventas entre el público juvenil, tan difícil de atraer. Y Marta había quedado subyugada por el creador de Alicia, la protagonista de su novela.
La convivencia con ella era sencilla, fresca y natural. Por eso le extrañó tanto aquel primer reproche que le espetó malhumorada. Buscaban un vestido de fiesta. Marta entraba y salía del probador con la ligereza de una mariposa y él siempre tenía algo que objetar: es muy largo, muy estrecho, muy holgado…Ella respondió con un airado “El vestido es para mí, no para Alicia”.
A este reproche siguieron otros. Alicia, por alusiones y comparaciones, se interpuso entre ambos. Al principio con extremada sutileza y después con una rotunda presencia sobrenatural. El hogar, antaño acogedor, devino en un espacio inhóspito y sus moradores adquirieron tintes huraños.
Una noche Alberto despertó agitado gritando un nombre femenino que no era Marta. El equilibrio inestable de este peculiar trío se desmoronó. Desde entonces Alberto añora y busca a las dos.
Dolores, autora y personaje parecen demostrar mucha personalidad; eso tiene mucho peso en él. Bien contado. Suerte y saludos