60. Pienso rayar todos los deportivos de tu barrio.
Lo nuestro fue un verdadero calvario. Desde que perdí la cabeza por ti, nuestra relación fue un suplicio insoportable porque un día descubrí que por las noches eras de otro. Todo se precipitó cuando me abandonaste en un restaurante para huir con tu amante en un deportivo azul
Cuando casi consigo olvidarte, recibo una llamada tuya para suplicarme que te perdone, que deseas volver conmigo. Me cuentas que tienes muchas ganas de verme y que hace tiempo que habías abandonado a tu amante porque resultó tan falso como su descapotable de juguete.
Como pensé que aún me querías, decidimos vernos esta misma noche en un bar del lejano barrio donde ahora vives, pero hace horas que vago por estas calles tan distantes del mundo, buscando una dirección que nadie conoce. Ya no veo taxis y las calles están desiertas. Veo como familias de gatos callejeros cruzan la calle, como revientan las cucarachas bajo mis pies. Es muy tarde, tengo hambre y estoy muy cabreado por esta pesadilla a la que me has arrastrado. Te juro que no pienso marcharme sin rayar todos los deportivos de tu barrio.