81. Pinceles a flor de piel
Lentamente devoró su alma la tristeza. La desesperanza, el abatimiento, la desilusión… aquella tan oscura e inexplicable atracción suya por el daño y la derrota, ganaron para siempre la batalla. Un corazón frágil y herido dejó a destiempo de latir. Perdió el otoño sus colores, a su pintor la poesía y entre ardientes campos de trigo, demacrados campesinos, cálidos y dorados girasoles, bajo el amparo incierto de la memoria del arte y del tiempo, vaga desde entonces el espíritu atormentado, siempre sombrío, de un hombre al que un sueño de luz, emoción y color, de improviso, embrujó; de un hombre torturado con pasión por un anhelo de belleza que, sin saberlo, un breve instante, muy breve, rozó. Furia, belleza, abismo, delirio, melancolía… Impresiones errantes, hipnóticas, doloridas, fugaces… Desgarradas, malheridas y sublimes, pinceladas de eternidad.
Nos regalas un muy inspirado texto escrito magistralmente. Rezuma lirismo y delicadeza. Un bello homenaje a un artista único, desgraciadamente controlado por su alma atormentada y por las circunstancias de la época y del ambiente en que le tocó vivir. Tras leerlo le he echado un vistazo a algunas imágenes de sus cuadros escuchando a Don McLean interpretando la hermosísima canción Vincent. Me gusta mucho tu relato, Marta. Saludos y suerte.
Muchísimas gracias Jesús. Es tan bonito y tan generoso lo que me dices que me dejas sin respuesta. Conozco la canción que me dices, es preciosa. No había pensado en ella pero me alegro de que el relato te la haya sugerido.
Un texto muy lírico y lleno, más que de color, de pasión. Aunque lo cierto es que, revestido de la intensidad de tamaño artista, no podía ser menos. Un viaje a través del pincel y la palabra.
Encantada de leerte, Marta. Un abrazo.
Mil gracias Manoli. Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Un beso grande.
Marta, dejas traslucir poeticamente tu admiracion por este artista universal al que todos reconocemos. Suerte y saludos
Muchas gracias. Me alegro mucho de que te haya gustado.