71. Pintor de batallas
Sentado en una montaña de tierra, solo podía sentir su respiración agitada. En el horizonte divisaba algunos destellos pero no podía oírlos. Estaba solo y todo a su alrededor solo habia desastre. Estaba demasiado cansado pero se sentía obligado a dar batalla, …por el País… …por la Patria… le repetía una voz en su cabeza (voz que, después de ver tanta ruina, comenzaba a cansarlo).
Aunque lo intentó con cada uno de sus músculos, no logró levantarse. Estaba suspendido en un campo rodeado de basura y muerte.
Gritó, pero no encontró oídos para sus palabras; fue entonces cuando en su cabeza se libró la batalla entre el intento de moverse y las ganas de dejarse morir.
Así estuvo por horas, hasta que empezó a notar un cosquilleo en su cabeza seguido de un intenso dolor. El hueso de su cráneo comenzó a quebrarse dibujando una grieta y de esta empezó a brotar un tallo que se fue estirando, de él nació un pimpollo que se abrió estallando en un rojo intenso. El soldado sorprendido se quedó contemplando la hermosa flor que caía sobre sus hombros. Los destellos cesaron y la batalla se fue apagando.
Una batalla incruenta es la mejor contienda posible, y ahí se puede poner color y destellos, que esos no matan.
Un saludo
JM
¡¡¡Fantástico!!! Me has dejado sin palabras.
Muy bonito, qué bello final.
Un relato pintado o una pintura relatada. Muy curioso.
Y preciosa, y muy potente con ese color rojo, la escena final.
Saludos.
Suerte.
Bello, intenso y poético.
Gracias por sus comentarios! Saludos
Menudo cuadro nos has pintado. Fantástico. Felicidades!
Extraño desenlace, muy mágico. Me ha gustado mucho.
Saludos
Una manera muy bella de experimentar la muerte. Un lapso de tiempo, que se vive en un instante y que transforma la muerte en renuevo, en vida
Uno de esos relatos que te dan la sensación de estar contemplando un cuadro. La imagen final es ciertamente poderosa. Mucha suerte 🙂
Un toque optimista que se agradece hasta de los peor salen cosas buenas.
Abrazos y suerte