64. Placentero dilema
Despertó bañado en sudor, miro a su compañera de sueños, que con una rítmica respiración, aun parecía más bella. Sus pechos subían y bajaban a la vez que su cálido rostro reflejaba quietud tras una larga noche de entrega. Se incorporo y tras una perezosa decisión se levanto para comenzar un nuevo día. Tras un reconfortante baño y un humeante café vespertino se fue al bufete, donde le espera su soleado despacho y su servil secretaria. Un nuevo caso le acaparaba desde hacía unos días y su sombra le empañaba en cada momento y en cada pensamiento. Su cliente, un hombre despechado, despedido, arruinado y engañado, le busco al azar entre un largo listado de abogados, para defender su honor, su transparencia y su trabajado prestigio durante años en una empresa. Cada día miraba su expediente, cada noche acechaba su imagen en cuanto sus ojos se vencían al sueño. Tenía que quitar la máscara al culpable de tanta ruina, pero cada vez que se volvía a ella, la veía más hermosa e inocente para culparla de ese delito y de la infidelidad, que cada noche, él tanto disfrutaba.
Curioso dilema el del que defiende a quien acabaría con su bienestar. Muy interesante.
Un saludo
JM
Cierto, Difícil decisión, trabajo o placer…. Gracias. Un saludo.
Gracias Ana.
No le va a decir nada, MªBelén, porque es secreto profesional, ja ja ja.
Un beso
También eso es cierto. jajjaja… Gracias por el apunte.