52. POR EL FUTURO (Luisa R. Novelúa)
La mirada de la abuela Carmen se asoma a sus ojos verdes como si quisiese ser testigo de la concentración de tractores que colapsa la ciudad. No es la primera vez que se cuela en su vida sin avisar, y no se sorprende.
Aunque apenas la recuerda, siempre le han dicho que es la nieta que más se le parece, la que camina con paso firme cuando quiere marcar su territorio; la única que sabe interpretar las señales más sutiles, como si tuviese el don de la clarividencia.
Si alguien del pasado la observase ahora, vería a la mujer joven que fue Carmen al frente de la manifestación, exhortando con un megáfono a los cientos de ganaderos que la siguen para defender la supervivencia de sus granjas. Y de su manera de ser y de entender, también.
Muchos dirán que es el milagro de la genética. Pero ella siente cómo su abuela, que afrontó las penurias de la posguerra para criar sola a cinco hijos, ya la adivinó con orgullo en su futuro.
La acciones reinvindicativas, mejor aceptadas, de la actualidad enfrentadas a las arduas y, seguramente, injustas circunstancias de la vida de la abuela en una época donde alzar la voz suponía, en demasiadas ocasiones, el desprecio o el descrédito. Buen y sensible homenaje a esas dos animosas mujeres. Suerte y saludos.
Jesús, yo creo que, en general, las mujeres rurales, las de antes y las de ahora, fueron/son grandes luchadoras. Cada una, según la época que les ha tocado vivir. Muchas gracias por leer y comentar mi pequeña historia. Un abrazo.
La semilla bien sembrada y el buen ejemplo, antes o después, tienen que aflorar. Un tributo emotivo a mujeres luchadoras e imprescindibles en toda generación. Siempre se necesitan líderes y pilares sobre los que edificar presentes y futuros.
Un abrazo, Luisa. Suerte
Estoy totalmente de acuerdo, Ángel. Muchas gracias. Un abrazo.
Luisa, los cascos salen a la botija, decimos por aquí. Bien contado. Suerte y saludos