75. Por la senda de Atenea
Su forma de patear la vejiga, el despatarre a lo largo y ancho del útero, anunciaban ya sus aptitudes para la danza. Pero había mucho más en la pequeña pelirroja. Tres años más tarde la vieron jugar con la arena de la playa y levantar en apenas quince minutos, una reproducción exacta de todos los edificios que bordeaban el paseo marítimo. Decían también que le gustaba imaginar y modelar unicornios y dragones con las nubes, colgar miles de zapatillas sobre los cables eléctricos para escribir sinfonías sobre la ciudad, perfilar y colorear girasoles, meninas y náufragos sobre las paredes de gotelé, pero siempre mantenía un gesto triste y pensativo. Nada parecía aliviar la ansiedad que le provocaba tanta imperfección. Decidió entonces arrancar teselas al paisaje con su flamante cámara fotográfica, deshilachar el inmenso tapiz de la realidad y guardarlo cuidadosamente en discos de celuloide. Y así fue como hizo desaparecer todo su mundo. El universo había quedado reducido a una página en blanco, una matriz inmensamente vacía y fértil.
Fue entonces, y solo entonces, cuando volvió la serenidad a su rostro. Siempre tendría la palabra para comenzar de nuevo.
Como al principio de los tiempos.
Me gustaría dedicar este relato a Ginette Gilart
Esta Atenea tuya era tan perfeccionista que todas las artes se le quedaban pequeñas. Pero la palabra tiene tantos matices que seguro con ella será capaz de alcanzar la belleza suprema. Un saludo afectuoso. Gloria
Gracias, Gloria. No creo que se pudiera entender el mundo sin la «palabra».
Luis, me has dejado sin PALABRA…escuchemos el sonido del silencio
https://youtu.be/4zLfCnGVeL4
Un abrazo
Reconozco que hay canciones que merecen oírse cien veces seguidas y además, abrazados.
Me alegré mucho de verte. Un abrazo también para Javier.
Uff, realmente nos dejas sin palabras, Luis San José. Chapó para tu texto.
Abrazo grande.
Luis San José, bella historia de superacion personal. Suerte y saludos
¡Hombre, si los juntaletras no defendemos la palabra como la mejor de las Artes…
Partir de la palabra, me parece un empiece de lo más estupendo. Por cierto, cómo llevas el «Mariamanuela, mehcuscha?» 😉
Un abrazo grande, Luis.
¡Ay, ese andalú, tan difíci para un castellano ransio, y pá un marío/novio tan liberal como yo…!
Por cierto, lo de la «palabra» es del Génesis
Besicos, Rosy
Gracias, Manoli, Calamanda…