08. Por los cerros
Fue allí mismo… Que lo vi yo… Y herido de muerte se murió… Que bien se podía haber evitado… Lo que yo te diga… Tú hazme caso a mí… Que accidentes de esos los hay a menudo, pero… ¿Intencionado? Mujer, no sé, eso es mucho decir… Ya sabes que a mí no me gusta hablar por hablar… Pero te digo yo que sí… Que llevaban años discutiendo por unos lindes y esto se veía venir… Cierto, cierto… Grandes personas los dos… El vivo y el muerto…
El cotilleo que se suele asociar al ambiente rural, tiene toda la razón de ser, en mi opinión. En los pueblos y aldeas la vida pasa lenta y monótona y, cuando algo es digno de mencionar, como el tema que tratas en tu micro, José Ramón, no puede una callarse…
Me ha gustado. Saludos.
María José
El caso que nos haces ver, desgracidamente, sigue produciéndose cada cierto tiempo, llevando la ruina a las dos partes. Las rencillas enquistadas durante años y años no suelen acabar en nada bueno. Muy lograda la ecuanimidad de la paisana al narrar el sucedido. Suerte y saludos.
Muy bueno ese parloteo, José Ramón, le has dado ese tono tan propio de los pueblos donde, el hecho de conocerse de toda la vida, les da legitimidad para meter las narices y opinar en cualquier situación. Esas dos frase finales son para enmarcar. Me ha gustado mucho. Felicidades y un saludo.
José Ramón, muy bien ambientada la conversaciom. Suerte y saludos