37. ¿Por qué las bailarinas bailan de puntillas? (Juana Mª Igarreta)
Genaro siempre decía a Lucía, su mujer, que era una ilusa pensando que podría llegar a ganar aquel concurso de radio. Que las preguntas que hacían eran muy absurdas y solo triunfaban los concursantes muy ingeniosos. Lucía le contestaba que ilusa venía de ilusión y que era mucha la que ella sentía cada vez que participaba. Que soñaba con poder conocer Sevilla viajando juntos en el AVE con el premio del concurso. Pero, en verdad, la pregunta de aquella semana se las traía: ¿Por qué las bailarinas bailan de puntillas?
El domingo por la mañana llamaron al timbre. No esperaban a nadie. Lucía, sigilosa, observó por la mirilla y vio a una mujer de humilde apariencia que portaba un gran bolso. Parecía una vendedora ambulante. Pensó en no abrir, pero luego valoró la dura vida de estas personas, deambulando casa por casa incluso los días festivos, a expensas de encontrar tras cada puerta alguien que les escuche. Cuando Lucía abrió, la vendedora le ofrecía insistente un amplio surtido de puntillas y bordados, abierto en abanico sobre sus ajadas manos. Lucía, observando aquellos retales, exclamó entusiasmada ante la sorprendida vendedora: “¡Bailan de puntillas para que les quede bordado!”.
Sevilla les encantó.
¡Ay que recuerdos! “No es un día cualquiera”. Yo también fui una ilusa disparatada que viajó gratis en tren alguna vez gracias a la radio.
Con la emoción de la historia casi revivida (estoy casi segura de que fue verdad), me tragué el acento del qué exclamativo. 🙁
Pues sí, Edita. Aquella sección de «La pregunta absurda» que llevaba Juan Morales con Pepa Fernández en el programa que citas, para los que nos gusta jugar con las palabras, era una gozada. Aparte del premio, claro. Tuvimos la suerte de viajar varias veces con el dichoso «billetazo» de Renfe. Gracias por comentar y suerte en la tercera ronda de La Copa.
¡Que buen relato! me encantó, sobre todo ese final inesperado.
Un abrazo y suerte.
Me alegro que te haya gustado, Moli. Gracias por tus palabras y suerte también para ti. Otro abrazo.
Confieso que juego con la ventaja de conocer un poco a su autora, pero no haría falta para darse cuenta de que el amor por la radio se nota en cada palabra de este buen relato. No sólo eso, puede ser también un merecido homenaje a un programa formidable, así como a los concursos radiofónicos en general. Tampoco se queda ahí, es una reivindicación de la ilusión y la esperanza, que puede llegar por el camino más insospechado. Me gusta todo, hasta el título.
Un abrazo y suerte, Juana Mª
Pues sí, Ángel, soy desde hace muchos años fiel oyente de la radio, y sobre todo «escuchante» de «No es un día cualquiera» de Pepa Fernández. Cuando vi que en ENTC propusieron el tema de la radio, pensé que podría contar, algo adornada, una de nuestras vivencias con dicho programa. Fue muy emotivo. Muchísimas gracias por tu sesudo comentario valorando el relato desde diferentes puntos de vista. Suerte y otro abrazo también para ti.
Joder, que preciosidad de relato, me ha encantado. Lo tiene todo.
Un besote.
Cuánto me alegro de que te haya gustado tanto, Auro. Otro beso para ti.
Encantador, Juana. Besitos!
Gracias, Luz, por tu generoso calificativo. Besos también para ti y ¡muchísimas felicidades por tu relato finalista! ¡Suerte!.
Juana Mª, bella historia y preciosa narrativa. Suerte y saludos
Muy agradecida con tus amables palabras, Calamanda. Me paso a leer tu relato y comentar. Suerte también para ti. Saludos afectuosos.
Las ilusiones nunca hay que perderlas. Hay que alimentarlas y disfrutar con ellas.
Un preciosa historia que cuentas con una sencillez que encanta. Un final con una frase bordada que le da alas a tu protagonista para realizar su sueño. Un titulo que sí, ya parece un micro.
Un beso Juana Mª
Mil gracias por tu precioso comentario, Mª Belén. La verdad es que, aunque adornado, lo que cuento lo vivimos realmente. Fue muy ilusionante en aquellos años. Otro beso para ti.
¡Me encanta la conclusión a la que llega la protagonista!
Qué redondo este relato que nos presentas, Juana. Y con qué buen sabor de boca te deja.
Muy bien llevado, desarrollado, cerrado.
Un abrazo grande
Es la conclusión a la que llegamos nosotros en el concurso. Fue muy emotivo, la verdad.
Agradezco muchísimo la valoración tan buena que haces del conjunto del relato, Amparo. Es todo un regalo. Otro abrazo grande para ti.
Una bonita historia, que por la manera que nos cuenta nos acerca mucho a ese personaje, Lucia, que hace buenas todas las leyes del buen karma. Me ha encantado la conclusión que le has dado. Mucha suerte 🙂
Como he comentado por ahí arriba, está basado en nuestra experiencia con el programa de radio «No es un día cualquiera» conducido por Pepa Fernández. Celebro que te haya encantado. Mil gracias y suerte también para ti, Juan Antonio.
Alguien sugirió acertadamente que era para no despertar a los de la platea…
jijiji, me inclino más porque esta sea la verdadera razón!!! que malvado, Moli!! 😉
Lo recuerdo perfectamente, Moli. Hubo respuestas verdaderamente ingeniosas. Era muuuuuuuy divertido. Lástima que terminó. Un abrazo.
Nos presentas a una protagonista tenaz y muy ingeniosa. Casi tanto como la autora, que se ha sacado un remate, del relato, sorprendente.
Me ha gustado. Suerte,
Ton.
Es todo un halago tu comentario, Ton, ya que el relato está basado, algo adornado, en una de nuestras vivencias con la radio. Pero tanto la preguna como la respuesta fueron así, literalmente. Muchísimas gracias por tus generosas palabras.
Enhorabuena por tu relato redondo. No conocí el concurso en el que basas el micro, pero ha sido un desencadenante potente para tu relato. Me ha gustado mucho la protagonista, que no se rinde pese a los comentarios, ¡genial! Mucha suerte
Celebro que valores mi sencillo relato de redondo. Es para mí todo un regalo. La verdad es que guardamos unos formidables recuerdos de aquellos años. Por supuesto sigo siendo una incondicional del programa NEUDC de RNE. Mil gracias, Izaskun, por leer y comentar. Saludos.
¡Ah, qué final más estupendo! De veras te digo, Juana, que me he alegrado por la chica.
Besos
Pues yo me alegré entonces y me he alegrado mucho ahora al ver tu comentario, Carles. Muchísimas gracias y besos también para ti.
Entrañable y divertido, Juana. una historia liviana que se lee con gran placer y que te deja una gran sonrisa. Las tres últimas palabras tremendamente eficaces. Enhorabuena y un abrazo.
¡Hola, Enrique! !Qué gusto encontrarte también por aquí! Muchás gracias por tus generosas palabras. De acuerdo en la eficacia de las tres últimas palabras. Otro abrazo para ti.
Hola, Juana.
Cómo me ha gustado el final que has encontrado para la historia.
Muy buen micro.
Olé, tú.
¡Hola, Towanda! ¡Cuánto tiempo! Felicitaciones por todos tus éxitos y mil gracias por pasarte y comentar. Besos.
Buen aliciente para un concurso, conocer Sevilla, y muy buena respuesta para ganarlo.
Un abrazo Juana y mucha suerte.
La verdad es que a Sevilla le siguieron otros viajes. Tuvimos mucha suerte; hasta en cuatro ocasiones. Mil gracias por tus amables palabras, Rosy. Suerte para ti también, aunque creo que ya te la deseé en el comentario a tu relato. Otro abrazo.
Muy bueno, Juana, y además leo que fue una experiencia real. Una respuesta tan original que, desde luego, merecía premio. Enhorabuena y un abrazo.
Sí, nos dejó tan buen recuerdo que, cuando vi que el tema era la radio, no dudé en contarlo de alguna manera. Muchísimas gracias, Salvador, por pasate y comentar. Otro abrazo. Voy a buscar tu relato.
jajaja, Juana, el final fantástico.
Felicidades y buen tiempo.
Muchísimas gracias, María, por tus amables palabras. Un abrazo.
Muy ameno y tierno relato.Lo mejor es que finalmente fuiste a Sevilla. Me alegro por tí. Este historia es de las que me animan a participar en concursos de radio (o TV), pues creo siempre que es como la lotería, o sea, «que no me va a tocar» …y paso.
La próxima vez lo intentaré. jejeje.
Un abrazo y suerte, Juana.