11. PRECIPITACIÓN PT/80
Tras su rastro por la nieve descubriste, científicamente entendido, dos de los más aparatosos misterios de entre los muchos que andabas buscando, como serían la naturaleza blanca de la nieve y que aquel pobre hombre cuyo cadáver había aparecido completamente desnudo días antes había muerto exactamente un par de minutos después de que el Sol alcanzara su equinoccio de Marzo dando inicio a la primavera más intrigante en todo lo que llevábamos de siglo. Todo aquello te produjo la mayor de las confusiones porque después del suceso nunca más volverías a ver amanecer sobre los dorados campos de centeno, como tan poderosamente deseabas, ni volviste a llegar tarde a aquellas clases del instituto que a menudo aderezabas con aquel adaggieto mahleriano que tanto amabas. La razón estuvo, como casi siempre, en la ecuación desarrollada que aplicaste, como tú solo sabes hacerlo, a todo el endiablado proceso. Por esa, aquella y sucesivas precisiones amé el amanecer para siempre.
Gracias Ana, me gusta tu comentario. La vida es muy amplia, el misterio infinito y doscientas palabras una ventanita muy pequeña que abarca aleatoriamente lo que puede.
En la nebulosa donde surge la materia blanca de la nieve con muertes al alba nos adentramos an los confusos misterios en los que se inspiró Malher para que influensiase a nuestro invertigador de sueño perezoso.
Maestro, un abrazo.
Gracias Ricardo por asomarte de manera muy lúcida, por ahí, por ahí van las cosas. Abrazo.
Oye, el pensamiento y la deducción en bruto, sin comas. Me ha gustado la forma de formular el relato. Suerte.
Gracias. Pablo, es verdad que practico ese tipo de escritura manantial en la que dejo las respiraciones a gusto del lector. Es un vicio.
A mí me recuerda a Salinger en El guardián entre el centeno… Saludos.
Gracias Ana, tendré que mirarlo, hace mucho tiempo que leí ese libro y no recuerdo bien el estilo.
Hay otros mundos, pero todos están en este. Las huellas en la nieve, igual que las ecuaciones, viven su vida en la imaginación de la gente. Pero lo importante, o lo que yo intento exprimir de mis ratos de lectura, son las sensaciones, los goces. Y tanto los Equinoccios de Marzo como ese centeno oscilante al compás del Mahler de Ricardo, me ayudan. Y por todo eso te agradezco el detalle. Te leo y te sigo. (Me ha ayudado Wikipedia).
Gracias Miguel por seguirme y leerme aunque no siempre acierte con el tono en mi relato preferido por ti. Wikipedia, como cualquier enciclopedia en papel de toda la vida siempre han sido muy útiles. Un beso.
Ritmico y poderoso. !Felicidades!
Besos
Gracias Esther. Celebro y agradezco tu apoyo. Besos.
Algunos de los que estamos abonados a la siempre novedosa experiencia de leer a Marcos Santander, sabemos de antemano que conviene hacerlo con la debida disposición de ánimo, la necesaria ingravidez, el ph neutro que le permita a uno dejarse llevar sin precauciones, consciente de que va a vivir una experiencia innovadora. Algo así como ponerse en manos de tu profesor de parapente . Es necesaria pues cierta entrega previa si queremos realmente realizar ese viaje en el que se producen cambios de sólido a líquido y viceversa..Movidos por esa inercia que nos brinda, intentaremos continuamente comprender lo que ante nuestros propios ojos acontece pero no acaba de cuadrar. Se trata, pues, de la experiencia «pura», de la constatación de una función que aún desconocíamos y que es ajena a la pura comunciación, aquella que creíamos como única o primordial en el lenguaje. Para ello se sirve de una curiosa imitación con la naturaleza: la de planta carnívora. Cuando él presiente que alguien merodea en sus jardines, inmóvil espera la visita. En un principio descendemos confiados y una vez metidos en materia , nos asesina ( guiño), nos ahoga, nos asfixia , robándonos en aire que ha absorbido las comas, los puntos y cualquier otra de las referencias a las que podamos asirnos. Si bien – como podremos comprobar en la mayoría de sus pasados textos- nos regala – a modo de recompensa del turbulento viaje en tren chuchú- una frase poética , o hermosa, conclusiva que nos permite escaparnos ya libres por el aire. En este texto, en concreto, si nos fijamos, Marcos ha escrito dos textos inconexos. En el primero, se nos cuenta una escena que en el segundo tramo ni resuelve ni existe. Parece que a mitad de la película , alguien ha cogido el mando de la tele y ha cambiado de canal.,Tan solo los une la segunda persona del singular que el narrador utiliza como hilo conductor.
Porque el leer, a veces, también puede ser un deporte de riesgo al que te entregas, una pendiente en snowboard por la que desciendes en el folio con casco pero sin frenos. Y al final, aterrizas despacio, sorprendido por una horizontalidad que nos es conocida. Yo ya quiero el siguiente. I am ready
Gracias, Nieves, por la acertada descripción que te has marcado de mi , parece, claro relato. Eso es, precisamente, lo que pretendía, y pretendo, cada vez que escribo: dejar al lector exhausto y, cuando ya no puede más, zampármelo como sí fuera algo con vida que cae en las fauces de esa planta carnívora que describes. En lo único que no coincido es en que no existe comunicación en este y otros relatos, parece mentira que, con todo lo acaecido en el siglo XX, se siga pensando en un único modo de comunicación. Sabemos que por las cloacas viaja todo tipo de detritus y miserias, pero son tan escasas las ocasiones en que podemos comprobarlo que casi se nos olvida que también existen. Anda, como el Sur!
yo creo, efectivamente que en tus relatos se da una curiosa simbiosis entre forma y mensaje . La primera es muy vistosa, muy declarada, visible y efectista. Casi parece serlo todo . Sin embargo ( y que conste que en este momento me retrotraigo a casi todos tus relatos que se suceden desde hace dos años), el mensaje, muy desdibujado, distorsionado incluso, existe, pero se encuentra en las profundidades y no se nos muestra como protagonista. No parece tener vocación de necesario . Yo creo que más que causa, es efecto. En todo caso parece una consecuencia de la forma. No tengo mucha idea de estas cosas, pero puede que sea este un recurso «modernista». Nada desdeñable el método, por cierto, Marcos, más que otra cosa por las dificultades que conlleva el ser capaz de moverse todo el tiempo en ese ámbito. Yo no podría escribir ni una sola línea con esa atmósfera tan alcalina . No deja de ser un mérito el poder vislumbrar otras realidades, otras percepciones,
No soy de las que creen en una sola forma de comunicación. Es por eso que te leo. Y busco.