16. Preparativos
Puntilloso, retiró las cortinas azules del dormitorio, sustituyéndolas por otras confeccionadas con lino rosa. Retornó al fondo de la caja de cartón el avión teledirigido plateado y la colección de coches metálicos, ocupando el lugar disponible en la estantería con una casa de muñecas y el osito de peluche parlanchín. Arrancó el póster del equipo campeón de liga, y sobre las señales profundas, dejadas por el fixo en la pared de la habitación infantil, pegó la foto de una jovencísima cantante de moda.
Con una sonrisa despuntando desde sus labios, desinfectó y perfumó a fondo, escrupuloso. Antes de asomarse apresurado por la ventana, sospechando que hacía el día perfecto para salir en busca de una niña.
Hola, Ton, no sé si lo llegó a pillar del todo el fondo. Seguro q
Creo que no; primero pensé en un hombre que va a ser padre de una niña; muy alejada la idea; después, en el hombre del saco y lo dejo aquí para no destrozarlo más con mis interpretaciones fatales. Un abrazo.
El del saco es correcto. El del saco, metido a monstruo perturbado para ENTC.
Saludos y gracias por tu visita.
Ton.
Ton, describes muy bien a este depredador vestido de normalidad. Suerte y saludos
Escalofriante relato Ton. Me gusta el proceso que lleva el maniático personaje en sus preparativos para descubrir al final al monstruo.
Muy bueno, enhorabuena.
Un saludo
Al principio creí que era un chico que aceptaba su homosexualidad. Pero al seguir leyendo he visto la clase de monstruo que se estaba creando.
Esos son más peligrosos que cualquier monstruo de pesadilla con un ojo y diez patas.
Saludos.
Aunque cuesta creerlo, todos los días nace un nuevo monstruo. Interesante punto de vista, muy bien contado.
Saludos.
Un monstruo en toda regla, que sale a cazar sus presas y al que le gusta variar el género de las mismas, aunque primero se molesta en acondicionar lo que va a ser su hábitat-prisión, no se sabe si para que se encuentren a gusto en él y con él, o para que le duren mas.
Un saludo
Un monstruo en toda regla, que sale a cazar sus presas y al que le gusta variar el género de las mismas, aunque primero se molesta en acondicionar lo que va a ser su hábitat-prisión, no se sabe si para que se encuentren cómodas en él y con él, o para que le duren mas.
Un saludo
Lo he devorado con gula, deseando descubrir el final monstruoso que se merecía el relato. Y después lo he leído despacio, saboreándolo. Me ha gustado.
Al principio pensaba que las acciones de tu protagonista iban a repercutir sobre él mismo, pero al final descubro la milimétrica frialdad de un demente. El relato daría para abrid debates… hay quién dice que no saben lo que hacen, que no son conscientes porque viven en un mundo diferente, y otros piensan que una capacidad de planificación de este calibre no puede estar exenta de conciencia. En cualquier caso lo que dibujas es una radiografía perfecta de un personaje y su psicología, y lo mejor, es que además al acabar la lectura consigues dejar sensaciones de desazón y frío en la boca del estómago. Enhorabuena y mucha suerte 🙂
Pensaba que el monstruo era un niño convirtiéndose en adolescente, me has hecho ver muchas cosas mientra lo leía. Pero no, el monstruo era mucho peor.
Suerte.
Un monstruo puntilloso, que cambia la decoración meticulosamente, en exceso quizás, de lo que será escenario de no quiero imaginar el que.
Bien narrado.
un abrazo, suerte Ton.
Brrrrrrr, Ton Pedraz, que relato tan escalofriante. Estos son los monstruos que hay que temer.
Felicidades.
Hola, Ton.
Imaginando a tu monstruo, se me han puesto los pelos de punta. Estos seres, por mi parte, no tendrían ningún tipo de clemencia y ahí lo dejo porque me resultan tan asquerosos que…
Jó, Ton, has sacado mi vena más macarra, pero es que tu micro me ha hecho situarme muy cerca de su cabeza.
Felicidades y suerte.
Un abrazo.
Pues yo me imaginaba una transformación personal paso a paso, una forma de elegir un cambio. El final me ha paralizado.
Un monstruo de lo peor.
Éste sí que es un monstruo. Madre mía, terrorífico. Un abrazo
«]De chiquitos van a grandes», decía mi abuela para referirse a este tipo de criaturas que desde la más tierna infancia demuestran que ya la maldad está más que desarrollada en sus infantiles mentes.
Me ha gustado porque pensé que se iba a explotar el recurso de la homosexualidad o trans pero resultó un giro más atractivo aún.
Un beshote.
Hola, amigo Ton, este es un monstruo total y si había justicia tenían que amputarle el… Muy bueno. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Es en esa repetición de los actos que se insinúa, ese alternar colores, donde reside el terror de este cuento. Suerte.
Me gusta el relato, aunque la última frase no la llego a entender bien, no sé si soy yo o falla alguna palabra. De todas formas, se comprende bien la idea del micro, el monstruo que secuestra niñ@s.
Un abrazo
Un golpe final terrorífico, inesperado, que voltea todo el relato. Me ha encantado. Muchísima suerte.