38. Primera clase (Luisa Hurtado)
El niño solo veía manchas, garabatos, borrones y salpicaduras hasta que el dedo índice de la maestra se acercó a un dibujo concreto y dijo: “esto de aquí es la letra a” y al pequeño, el que con el tiempo se convertiría en un ávido lector, se le iluminó la mirada.
El lenguaje y su sistema de signos, uno de los mayores logros del ser humano, a ojos de quien lo descubre, con toda la tierna inocencia de la infancia, y el encanto irrepetible de las primeras veces. Contarlo con eficiencia y pocas palabras no es sencillo, además de ser una historia que se ajusta como un guante al tema propuesto.
Un abrazo y suerte, Luisa
Luisa, me encanta, es tal que así, del caos incomprensible surge la belleza de las palabras. Todavía me acuerdo de cuando empecé a leer…
Un abrazo y suerte.
Un microrrelato de verdad. Escaso en palabras y lleno de contenido.
Me ha gustado mucho
Transporta a la infancia. Nos imaginamos apretando el lápiz bajando la cabeza y muy concentrada moviendo la mano, insegura pero con terminación iba trazando las primeras líneas, un proceso creativo que para mí era sorprendente.
Si la infancia en estado puro, tu relato también.