17. PROCESO DEDUCTIVO (Ana Mª Abad García)
Mamá dice que antaño las cosas eran muy diferentes, pero yo encontré en el desván un viejo baúl con un montón de cartas de un tal Enrique -al parecer un tatarabuelo muy lejano, o algo así- que la dejan en entredicho.
Por ejemplo, en una de esas cartas explica que cuando a su jefe “se le cruzan los cables” es mejor no ponerse en su camino o “estás fundido”. En otra, describe las vacaciones que pasa en Mallorca para “recargar las pilas” porque necesita “desconectar” del trabajo. Y hay una en la que afirma que “está algo oxidado” y que ha pedido cita para una “puesta a punto”.
En fin, que me da la impresión de que nuestros ancestros no eran tan distintos de nosotros como quieren hacernos creer. Y, con esa íntima convicción, me enchufo a la toma de corriente y pulso el botón “Pause” para pasar la noche.
El lenguaje que empleamos dice mucho de nosotros, de lo que hemos sido y de lo que somos, pero también de lo que podemos llegar a convertirnos, como reflejan las reflexiones de este androide, de cuerpo mecánico y energía eléctrica.
Muy ingenioso y bien construido.
Un abrazo y suerte, Ana María
Muchas gracias, Ángel.
La verdad es que no me costó nada localizar unas cuantas expresiones que utilizamos en el día a día y en las que nos ponemos al nivel de las máquinas. ¿Será que tenemos una querencia natural por los tornillos? ¿O será que nos falta alguno ;)?
Un primor el proceso deductivo de este hombre que al final del micro se revela androide o cyborg, vaya una a saber… Me encanta el juego de las expresiones idiomáticas, que por lo general se toman metafóricamente y aquí estan tomadas literalmente, pues reflejan hasta el último detalle de la vida del protagonista…
Me encantó, Ana María.
Besos desde la Patagonia Argentina😘😘😇😇
Muchas gracias Mariángeles, me alegra que te gustase.
En realidad, muchas expresiones que utilizamos a diario tienen un doble sentido que solemos pasar por alto, no me costó mucho encontrar unas cuantas que encajasen en ambos mundos, el humano y el robótico.
Besos para ti también.
Coincidimos en los tatarabuelos. Es curioso que el vocabulario humano y robótico se crucen.
Un saludo
JM
Sí, queda la duda de si el tatarabuelo era o no un robot, porque ¿quién no ha recargado pilas en vacaciones o se le han cruzado alguna vez los cables? Jejeje, el que quiera tirar la primera piedra…
Gracias por leer y comentar, JM.
Me ha encantado leer tu micro y estoy de acuerdo en que está muy conseguido el uso del lenguaje de forma literal y que no percibimos hasta el final. También me gusta que el final no lo es, sino que más bien lo acabas en una pausa. Por último, decirte que me encanta el comentario que le has hecho a Ángel.
Muchas gracias, Isabel. A mí también me gustan los finales que no lo son, y suelo dejar algunos no ya en pausa sino completamente en el aire, es una querencia particular mía (aparte de la de los tornillos que le comentaba a Ángel, jeje).
Besos.
Muy simpático el micro. Creo que hasta ahora no me había dado cuenta. Qué bueno y rico es el lenguaje, y cómo puede sorprendernos si ponemos atención en las palabras.
Me refrescante el micro. Felicidades y gracias
Muchas gracias a ti, Luisa, por tu amable comentario. Siempre es una alegría que alguien te diga que le ha gustado lo que escribes, muchas veces vamos «a toda máquina» por la vida, sin tiempo para hacer una pausa y reflexionar. Este tiempo de intercambiar relatos y opiniones con la gente resulta muy grato y nos permite seguir «enchufados» a los amigos, sean viejos o recientes.
Un besazo.
El lenguaje está plagado de expresiones que corresponden a distintos campos semánticos. Nos sirven para hablar de manera metafórica nuestra realidad, pero que no nos damos cuenta cuando las utilizamos. Un micro genial. Enhorabuena,Ana María y mucha suerte.
Muchas gracias, Pilar, me alegro de que te haya gustado. En este caso, lo que parecían metáforas al principio se revelan como expresiones literales gracias al giro final del relato (a los que soy muy aficionada, qué le vamos a hacer).
Un abrazo.