36. PROGRAMA DE TARDE (Rafa Olivares)
Decidimos regresar a Roma. La centuria de Cayo Livio ya había cedido, el ejército enemigo nos superaba en número, tenía el viento a favor y nuestros legionarios de vanguardia se habían declarado en huelga de escudos caídos. Además, si apretábamos el paso aún podríamos llegar al Coliseo, donde esa tarde se clausuraba la semana de festejos en honor a Marte, con la intervención de Espartaco contra tres gladiadores nubios, y a continuación con la comida de los leones, que ese día tenían de menú a un grupo de Adventistas. Del Séptimo Día, claro.
(RELATO FUERA DE CONCURSO)
Pues como en nuestros días, pero sin tantos muertos. Prosaico y divertido, ¡increíble hacer mofa con los ejércitos Romanos!
La vida de Brian abrió el camino, no todo iba a ser Ben Husr y Gladiators.
Gracias, Rosa.
El paso del tiempo nos hace diferentes. Ni siquiera, de forma individual, somos iguales de adultos que como lo fuimos de niños, por ejemplo. Aplicar las vostumbres actuales a épocas pasadas produce contrastes divertidos y chocantes como los de tu relato.
Un abrazo, Rafa
También se puede apreciar qua hay cosas que no cambian tanto con el paso del tiempo. Como el Panem et circenses.
Gracias, Ángel.
Abrazo.
Humor irreverente y anacronismo. Un combinado estupendo marca de la casa. Ja ja ja.
Lo irreverente resulta cómico por naturaleza.
Gracias, Edita, y enhorabuena por tu excelente Cunca.
Abrazos.
Siempre se imagina uno a las legiones romanas tan serias y formales, y verlas ahora en tu micro corriendo a despendolarse, imaginarlas comprando perritos calientes y palomitas en el Coliseo, crea un efecto de lo más cómico.
Felicidades por esa gran inventiva tan tuya, Rafa. Un abrazote.
Los clásicos siempre dejan espacio para otra mirada de contraste.
Gracias, Ana María.
Un beso.
Perdido por perdido, supieron armarse un buen programa los soldados romanos… y venía todo muy normalito, con Espartaco y los gladiadores rubios, hasta que apareció el menú de los leones… ¡Adventistas con siete días de adobo no se comen todos los días!
Muy divertido, Rafa.
Cariños,
Mariángeles
Como clausura de una semana de festejos resultaban apropiados estos devotos del Séptimo Día.
Gracias y cariños.
Rafa, a lo que ya te han comentado solo puedo añadir: que tiemble Posteguillo!
Un abrazo
Jajaja. Quizás le sirva de inspiración para contar la Historia con otra mirada.
Gracias, Rosalía.
Besos.