57. REALIDAD MEDIATA
La ilusión por lo vivido el año anterior perturbaba mis pensamientos.
Cuando volví un año después a aquel lugar, en mi memoria surgieron imágenes inquietas de la misma arena que pisaron nuestros pies, de la pasión de sus noches, de aquellas simpáticas e interesantes conversaciones en la coctelería del puerto y de aquellos atardeceres que nos acompañaron en unos inolvidables días bajo la calidez de aquella familiar isla.
La serenidad y la afectuosidad propias de su carácter complementaron el entusiasmo de aquella furtiva escapada que daba lugar al olvido de toda preocupación.
Ahora, después de mucho tiempo, nos volveríamos a ver.
El día del reencuentro llegó acompañado de la misma euforia del año anterior.
Estaba esperando con entusiasmo su llegada en el aeropuerto cuando la triste frase que leí en su mensaje provocó en mí una nostalgia que aún sigo arrastrando.
Las circunstancias cambian para bien o para mal, todo está en movimiento. Tu protagonista se las prometía muy felices pensando en que podría rememorar días y circunstancias felices, hasta que el presente, con una realidad distinta, le puso en su sitio.
Un saludo y suerte
A ver si va a ser cierto aquello de que nunca segundas partes fueron buenas… Igual habría que saltar directamente a las terceras.
Desde luego, cuando esperas algo con ilusión y sale mal, es una bofetada de realidad. Y si se trata de amores, todavía peor.
Muy bien llevado, sentimos esa nostalgia.
Un abrazo y suerte.