Esa sería una fobia digna de cualquier microrrelatista,
pues con doce palabras se pueden contar muchas historias. Y hasta con tres, de terror, como «Tenemos que hablar» o «No queda cerveza».
Yo, personalmente, necesito usar unas pocas más.
Un abrazo y suerte.
El colmo de cualquier microrrelatista es obsesionarse con lo breve a toda cosa. Tu relato, coherente con lo que cuenta y con la manera de hacerlo, es todo un aviso para navegantes.
Un abrazo y suerte, Rosa
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Esa sería una fobia digna de cualquier microrrelatista,
pues con doce palabras se pueden contar muchas historias. Y hasta con tres, de terror, como «Tenemos que hablar» o «No queda cerveza».
Yo, personalmente, necesito usar unas pocas más.
Un abrazo y suerte.
No (re)cuentes más, tienes justo una docena. Suficientes para quedar a gusto.
El colmo de cualquier microrrelatista es obsesionarse con lo breve a toda cosa. Tu relato, coherente con lo que cuenta y con la manera de hacerlo, es todo un aviso para navegantes.
Un abrazo y suerte, Rosa
Menos es más. Excelente propuesta, Rosa
No te preocupes, lo has conseguido perfectamente. Creo que yo también .
Saludos
Sería terrible tener miedo a las palabras.
Aunque es cierto, a veces menos es más.
Suerte ♣
Maravillosamente fantástico.