111. RECUERDOS QUE NO LO SON (David Moreno)
Si Lucas pudiera recordar sonreiría de satisfacción con sus amiguetes de guiñote repasando cada partida ganada en el último torneo del pueblo, lloraría por la emoción de escuchar cómo su nieto le llamaba abuelo por primera vez, se enojaría por la final que perdió su equipo de fútbol en la segunda parte de la prórroga por un penalti mal señalizado, le recorrería un escalofrío por todo el cuerpo al sentir de nuevo los besos que su mujer le daba durante la luna de miel, viviría como si fuera ayer el miedo que proyectaba el vuelo cercano de los aviones de los nacionales en la Guerra Civil y recordaría también la habitación 102 del hotel de carretera donde una mujer menuda, llorosa y harapienta le llevó, bien entrada la madrugada, con tan sólo cuatro años para dejarlo allí con el hombre y la mujer que harían de padres.
Pero Lucas, postrado en una silla de ruedas y con un hilo de baba cayéndosele por la comisura labial, ya no recuerda ni siquiera su nombre.
Sirva este comentario inicial para recordar que en Concurso de microSeñales está en marcha.
Gracias por vuestra participación.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Duro. Durito. No has escatimado crudeza y nos has presentado un hotel en el que pasar una vida que acaba desvaneciéndose sin que tu protagonista se dé cuenta. Somos nuestros recuerdos. Y sin recuerdos, no somos nada. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio por comentar.
Tienes razón, me ha salido algo crudo este micro. A veces me sale este lado amargo de la vida.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, buen micro con un párrafo inicial de luxe.
Gracias Lorenzo por comentar.
Me gusta que lo veas así, de luxe, jeje
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Toda una vida a golpe de recuerdos olvidados. Muy conseguida esta historia que nos cuentas.
Saludos
Gracias Paloma por comentar.
Tantas vivencias, tantos recuerdos y al final de la vida se pierden en algunos casos. Y somos recuerdos ¿verdad?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Crudeza final para tu protagonista. Una vida tan vivida, sentida y disfrutada queda en la nada de su mente. Sin recuerdos no somos nada. Buen relato David. un abrazo.
Gracias Mª Belén por comentar.
Me gusta que lo veas como buen relato.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Relato para no olvidar, emocionante y entrañable, en nuestro mundo sobreactuado y superficial.
Abrazos filosóficos. 🙂
Gracias Patricia por comentar.
Me gusta tu visión del micro, para no olvidar y para pensar claro.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, un micro con buen ritmo y guión. Suerte y saludos
Gracias Calamanda por comentar.
Guión que quizá quien lo representara olvidaría ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, un microrrelato de olvidos, que muestra como una vida se puede diluir en sus últimos años por esa enfermedad tan cruel que resetea los recuerdos.
¡Buen trabajo y mucha suerte!
Abrazos.
Gracias Nicolás por comentar.
Me pone muy triste pensar en ese reseteo y por otra parte quizá sea mejor así en algunos casos. No sé.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Qué puede haber peor que ser vaciado de recuerdos, una verdadera muerte en vida, pues también incapacita para seguir viviendo. Todos los finales son tristes, pero más cuando nos roban la dignidad y todo se vuelve una nada absoluta.
Suerte y un saludo
Gracias Ángel por comentar.
La dignidad es lo último que se debería perder, y hay enfermedades, momentos en la vida, que ésta parece ser robada.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Bueno, aunque Lucas ya no pueda recordar otros lo hace por él. Un cúmulo de pequeños detalles que convierten una vida en belleza. Y con tu relato das un homenaje a todas estas grandes historias.
Muy bello.
Gracias Isabel por comentar.
Es verdad que los que te rodean de alguna manera te harán inmortal ¿no?
Me gusta que lo veas así.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Qué pena que con tantos recuerdos cómo tiene tu protagonista, no pueda recordar ninguno. Cruda historia que muestra muchas realidades.
Muy bien escrita la historia.
Un saludo
Gracias Blanca por comentar.
Me gusta que veas así la historia, bien escrita. Estaría bien olvidarse de los malos recuerdos y tan sólo fijar en la memoria los buenos ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, el hotel ha sido testigo de su vida, vacía ahora ya de sus recuerdos. Un relato tan duro como bueno. Abrazos.
Salvador gracias por comentar.
Se me había pasado….
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Buena historia de olvidos y tristezas.
Felicidades.
Gracias María por comentar.
En un mes de mucha Luna, se me pasó agradecer tus palabras.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin